En muchas ocasiones vamos a la cama con la intención de dormir y sin darnos cuenta, acabamos repasando mentalmente todo lo que tenemos que hacer al día siguiente.
Y así, sin más, todo se empieza a multiplicar en nuestros pensamientos… la visita al médico, comprar los zapatos para el niño, recoger el abrigo de la tintorería, llamar al técnico del ordenador, hacer el informe con sus copias, llamar al colegio, pasar por el súper y… comenzamos a repasar las primeras tareas por miedo a olvidarlas y luego las últimas por el mismo motivo y… comienzan a pasar los minutos mientras nuestro nerviosismo aumenta por culpa de todos esos cometidos que no nos dejan dormir.
¡Si! ¡Parece el comienzo de una mala noche! Repasando una y otra vez tareas, enlazando unas con otras y concentrándonos para que no se nos olviden, generando desasosiego, en lugar de descansar plácidamente.
¿Te ha pasado alguna vez?
Puede que a todos nos haya pasado lo anterior en algún momento de nuestra vida. La solución más inmediata sería dejar de pensar y dormir, sin embargo, no es fácil hacerlo cuando se sabe que al día siguiente junto a las cuestiones cotidianas debemos recordar un montón de pequeños detalles fundamentales para que todo siga funcionando. Así qué sin querer…¡Comenzamos otra vez!
Padecía los efectos del nerviosismo que produce esta situación hasta que un día decidí apuntar todo lo que debía hacer al día siguiente en una libreta. El cambio fue radical, porque la mente y el cuerpo descansan al saber que todo esta apuntado y salvado, es decir, que todo será cumplimentado felizmente, sin exclusión, en cuanto lea mi lista ¿Lo habéis probado? Se trata de una sensación muy reconfortante, resulta un gran alivio trasladar nuestras preocupaciones de la cabeza al papel, eso es descanso.
¡Un cuaderno, por favor!
Para ello es fundamental tener una libreta y un lapicero en la mesilla de noche. La finalidad: apuntar cada idea en el momento que surge y no dejar que os “mortifique”. Hay personas que suelen tener muchas más ideas por la noche antes de dormir que durante el día. Esas personas que dan vueltas a la cabeza en cuanto se acuestan. No a todos os ocurre este tipo de contratiempo a la hora de dormir, pero los que no concilian el sueño fácilmente caen en este tipo de trampas: pensar y complicarse. Por lo que debemos poner soluciones para poner freno al desasosiego.
Cualquier eventualidad parece complicarse de forma infinita durante la noche, incluso comprar un pastel al día siguiente, puede llegar a ser una fuente de preocupación, ya que hasta los problemas más pequeños se pueden llegar a magnificar de manera increíble para descubrir por la mañana que nada era tan importante. Y si el pretexto son las tareas del día siguiente, anotar es la gran solución.
Saber que no queda nada pendiente, es tranquilidad. Que nuestra nota nos espera al lado de la cama, para retomar nuestros quehaceres al día siguiente, sin posibilidad de olvido es relajación. Y con todo anotado podéis dormir sin miedo a que se os olvide y sin nada pendiente en vuestra cabeza. Además tiene la gran ventaja de que por la mañana, sí no os olvidáis de la nota, todo irá perfecto ¡Apunta y libérate!
Via vitonica.com
Apuntar todas las tareas que tienes que hacer mañana te ayuda a dormir bien hoy
domingo, 4 de agosto de 2013
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