Dormir es una de las funciones fundamentales del ser humano, que sirve, entre otras cosas, como método de recuperación para nuestro cuerpo y nuestro cerebro. Además, es el modo que tenemos para sentirnos mejor todos los días.
En este aspecto, dormir es un proceso necesario para el buen funcionamiento hormonal, metabólico y físico, que ayuda también a que nuestra temperatura se regule de manera adecuada.
A diferencia de cuando estamos despiertos, este estado fisiológico nos hace vulnerables hacia cualquier estímulo externo, en gran medida a que nuestra actividad corporal es menor, pues no somos conscientes de lo que pasa a nuestro alrededor.
Vital en todos los sentidos
Descansar es vital para nuestra existencia. Gracias a ello, podemos pensar de manera adecuada, evitamos tomar decisiones arriesgadas, y es el mejor sistema para poder aprender, ya que de lo contrario no descansamos lo suficiente, nuestro rendimiento cerebral y mental se vería mermado.
A nivel reparador, dormir es beneficioso para la renovación de los tejidos, nuestros músculos crezcan, las proteínas se sinteticen, y, en fases más profundas del sueño, la hormona del crecimiento actúe a pleno rendimiento mientas descansamos.
También es fundamental en el estado de ánimo; no descansar lo suficiente nos hace estar irritables socialmente, y en algunos casos, ser privados de nuestro sueño de manera prolongada puede derivar en problemas depresivos.
Aunque parezca mentira, dormir es una forma que tiene nuestro cuerpo de ahorrar energía. Por norma general, las personas que no descansan lo suficiente tienen más predisposición a engordar, además de tener hábitos alimenticios poco saludables, lo que beneficia la aparición de enfermedades como la diabetes o la hipertensión.
¿Cuánto hay que dormir?
Pese a que todo el mundo es diferente, y cada uno tiene sus necesidades, en cada etapa de nuestra vida necesitamos dormir un tiempo recomendado. Por ejemplo, los recién nacidos necesitan entre 16 y 18 horas al día para poder recargar fuerzas.
A pesar de que la melatonina, hormona responsable del sueño, no se ha formado de manera adecuada en la juventud, los adolescentes requieren de 10 horas de descanso. Los adultos, en cambio, precisan de 8 horas para reponer energía.
Las horas de sueño son imprescindibles para poder vivir. Yo suelo hacerlo entre 7 y 9 horas, dependiendo del día.
Via eslasalud.com
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