Para nadie es una sorpresa que no todos los recién nacidos se duermen con facilidad y en el momento correcto. En realidad, el hábito de dormir es un proceso en el cual el sistema nervioso del pequeño se va adaptando a los cambios que aparecen en su entorno una vez sale del vientre materno. Y aunque se diga con simpleza, ganar la batalla resulta harto complicado. Por eso hoy en EntrePadres te brindaremos algunas estrategias para hacer dormir a un bebé que serán muy útiles en estos primeros meses de vida infantil.
Estrategias para hacer dormir al bebé
Estrategia de la somnolencia
La estrategia de la somnolencia consiste en inducir el sueño al niño paulatinamente, de manera que no se duerma bruscamente, sino que primero se relaje para luego poco a poco caer dormido. En este proceso el pequeño aprende a realizar esta actividad tan importante para nuestro cuerpo por sí solo y permite que el proceso deje de ser estresante.
Para lograrlo hay que establecer una rutina –que puede ser un baño, un masaje, una canción en tono suave y apagado, mecerlo, etc.–, que le anuncia al bebé que la noche ha llegado y, con ella, el momento de descansar. Después de ello, se debe depositar al menor sobre su cunita muy suavemente, en ese estado en que está aturdido mas aún despierto. Se le puede entonces susurrar buenas noches o cualquier terneza, y alejarse.
Calmar al bebé antes de dormir
Más que una estrategia, esta técnica es instintiva. Toda madre intentará tranquilizar a su niño cambiándole los pañales, hablándole bajo, acunándolo, etc. Sin embargo, no todos los bebés se resisten a ser calmados y, cuando se les coloca en la cuna, reaccionan fuertemente.
El mejor método en estos casos es buscar aquello que prefiere el pequeño y dárselo, un alijo de chupetes por ejemplo, algo que lo pacifique. Una vez que esté fuera de combate, hay que despegarse muy despacito y salir a hurtadillas. Un buen consejo es ponerle al pequeño una manta calentita encima de la sábana para que se sienta confortable y no tienda a despertar.
Tiernas buenas noches
La estrategia de las tiernas buenas noches está concebida para mayores (de 5 meses en adelante). Consiste en establecer una rutina fija: leer un cuento, cantar una canción, justo antes de dormir, y meter al bebé en la cuna, aún despierto. Entonces en lugar de irse, uno se queda sentado en una silla mientras se duerme el pequeño. Ahí se le acaricia, se le dan palmaditas suaves en la barriga, la cabeza o la espalda y se habla con él de manera intermitente. Esperar pacientemente a que se duerma y abandonar la habitación, pero si vuelve a despertar, repetir los mismos pasos.
Esta rutina debe repetirse en la siesta y el sueño nocturno por tres días consecutivos y luego, al cuarto, mover alejar un poco la silla y desde ahí tranquilizar al bebé. Volver a repetir durante tres días y después alejar más aún el asiento. Con un poco de suerte en una semana se logra que el niño caiga rendido con rapidez.
El sueño es una de las actividades más importantes de un niño. Si bien difícil en los primeros meses de vida, el proceso debe ser enfrentado por los padres con paciencia y consistencia, repitiendo invariablemente cada una de las rutinas sugeridas.
Via entrepadres.imujer.com
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