Para que tu cuerpo y mente funcionen un su totalidad es necesario de un buen descanso. El sueño es la clave de nuestro desempeño durante el día. Un descanso adecuado mejora nuestra capacidad de aprender, nuestro estado de ánimo e incluso nuestro desempeño laboral. Mientras dormimos nuestro cuerpo sigue trabajando, es así que se reparan los tejidos, se fortalece el sistema inmunológico, se disminuye el estrés, fomentando una vida sana y activa. Aquí te presentaremos algunas pautas que te ayudaran a tener un buen descanso.
Instrucciones
Evita el consumo de bebidas estimulantes. No consumas cafeína ni bebidas alcohólicas por lo menos desde seis horas antes de dormir. Sin embargo, puedes sustituirlas por infusiones relajantes o bebidas sin cafeína. Se recomienda tomar un vaso de leche antes de dormir, ya que favorece la relajación y estimula un descanso adecuado.
Genera un clima propicio. Debes hacer que tu dormitorio sea un lugar agradable donde puedas descansar. Esto incluye una temperatura adecuada, la mayor oscuridad posible y evitar ruidos que interrumpan el descanso. Es por ello, que se recomienda dormir con las ventanas cerradas, apagar la televisión y evitar la presencia de teléfonos dentro del dormitorio.
Hábitos alimenticios. Antes de dormir debe comer algo liviano, no es bueno dormir con el estomago lleno ni con el estomago vacio. Se recomienda una comida equilibrada, liviana y sana por lo menos tres horas antes de acostarte.
Actividad física. El ejercicio aérobico diario, durante 15 minutos, favorece el ciclo del sueño. Éste debe ser realizado durante el día, evita realizarlo en la noche, ya que dificulta la relajación del cuerpo. Sin embargo, antes de dormir se pueden realizar ejercicios de relajación, respiración o Yoga.
Rutina del sueño. Trata de acostarte y levantarte siempre a la misma hora. Los hábitos de sueño son muy importantes para tu cuerpo. También se recomienda no dormir boca abajo ya que puede dificultar la respiración e interrumpir el descanso.
Evita la siesta. De esta manera, llegaras a la noche con la necesidad de un buen descanso.
Baño caliente antes de acostarte. Trata de realizarlo al menos una hora antes de ir a la cama. De esta manera, el cuerpo se relaja y el cambio de temperatura en el cuerpo también provoca sueño.
Acuéstate solo cuando tengas sueño. Si no puedes dormirte, sal de la cama, lee un libro o realiza alguna actividad relajante. Regresa a la cama cuando vuelvas a tener sueño.
Via salud.uncomo.com
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