Mucha gente lo logra dormir de lunes a viernes entre 7 y 8 horas por noche, tal como recomiendan los expertos. Resultados de una investigación estadounidense mostraron que el descanso que se obtiene entre sábado y domingo no evita el déficit de atención y la lentitud en las reacciones que son generadas por el agotamiento acumulado.
No es posible recuperarse totalmente después de una semana de dormir poco o mal, aun cuando el descanso sea amplio durante el sábado y domingo. Así lo evidencia la principal conclusión de un trabajo llevado adelante por investigadores de la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos, que forma parte de la más reciente edición del journal Sleep.
¿Por qué? Dormir sólo entre cuatro y cinco horas por día de lunes a viernes progresivamente va creando una “deuda de sueño” que se manifiesta en la pérdida de la capacidad de prestar atención, así como también en la lentitud de movimiento y pensamiento, y que no es posible paliar durmiendo más tiempo los fines de semana.
Si bien obviamente la cantidad de horas de sueño requeridas depende de las actividades y el desgaste generado durante el día, por lo general los jóvenes y adultos deberían dormir entre siete y ocho horas diarias, mientras que para los adolescentes y niños la recomendación habla de entre diez y once.
Esto es muy importante porque la falta de descanso condiciona la posibilidad de desarrollar actividades durante el día, pero además y como fue mencionado en la investigación de la cual participaron 159 adultos sanos de entre 22 y 45 años, genera el desarrollo de daños neurocoductuales como disminución de la capacidad de atención o lentitud en las reacciones.
Para el estudio, el equipo liderado por el doctor David Dinges experto en Psiquiatría Experimental, dividió a los voluntarios en tres grupos. Los primeros cinco días todos durmieron sólo cuatro horas (de 4 a 8 am), mientras que a partir de la sexta noche algunos descansaron 10 horas, otros un poco menos y los integrantes del tercer grupo no durmieron.
“Como esperábamos, la recuperación de las capacidades estuvo en relación con el tiempo de descanso: los que mejores resultados obtuvieron en las pruebas fueron los que más habían dormido. No obstante, se pudo comprobar que ni siquiera éstos habían reparado sus habilidades por completo, debido al cansancio acumulado de los días anteriores”, sostuvieron los responsables de la investigación.
“Por eso decimos que el deterioro mental generado por un mal descanso continuado puede inclusive llegar a ser tan importante como el provocado por la privación total del sueño, dado que ‘la deuda’ se extiende en el tiempo”, agregaron.
Para conocer un poco más sobre este tema PRO-SALUD News consultó al doctor Daniel Cardinali, médico neurólogo especialista en Fisiología y Trastornos del sueño, investigador superior del CONICET y director del Departamento de Docencia e Investigación de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Católica Argentina (UCA).
“La investigación liderada por el Dr. Dinges -quién realmente es una autoridad en la materia- está en línea con todo aquello que actualmente postula la medicina del sueño, y cuyo paradigma principal pasa por pensar cómo se puede hacer para recuperar lo que se denomina ‘deuda del sueño’ y que claramente interviene en la cognición y en los procesos cerebrales”.
Mientras el sueño REM, aquel que debe su nombre a los movimientos oculares rápidos y que se desarrolla cada noche hacia el final de la misma puede ser recuperado de manera fragmentada, el sueño lento debe recuperarse totalmente para garantizar un correcto funcionamiento cerebral y fisiológico.
“Si pensamos en los parámetros propuestos por el estudio, esto quiere decir que una persona que duerme cuatro horas por noche, cuando las recomendaciones postulan que lo ideal es ocho, al cabo de los cinco días de la semana se encontrará con una deuda de 20 horas de sueño (número que sale del cálculo cuatro por cinco). A su vez si consideramos que el 75 por ciento de ésas corresponden al sueño lento que, como dijimos, debe ser recuperado en su totalidad hallaremos que para aliviar el cansancio de la semana, una persona debería dormir entre 16 y 20 horas por fin de semana”, explicó el doctor Cardinali.
“El problema es que muchos creen que con esto sólo alcanza y aún cuando lo cumplen, cosa que en algunos casos no es posible porque el fin de semana también se trabaja, o porque se tienen muchas preocupaciones, o simplemente porque el organismo está acostumbrado a dormir menos, la deuda de sueño sigue sin poder saldarse porque lo ideal no es descansar mal durante la semana y dormir hasta cualquier hora sábado y domingo, sino que dada la relevancia que tiene el sueño desde el punto de vista fisiológico, deberíamos ser capaces de encontrar un equilibrio”, concluyó el especialista, quién expuso que una relación posible de llevar a cabo sería “dormir seis horas de sueño de lunes a viernes y nueve los días sábado y domingo”.
Cabe remarcar que con 159 participantes, 12 días en laboratorio y 2.000 horas de experimentación, el estudio del doctor Dinges es el más grande en su área realizado hasta la fecha.
Fuente bureaudesalud.com
Dormir mucho durante el fin de semana no alcanza para compensar días de poco descanso
miércoles, 12 de febrero de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario