Seis efectos sobre la salud por no dormir nada en 24 horas o dormir muy poco habitualmente

lunes, 20 de octubre de 2014
Estar 24 horas sin dormir tiene efectos en los reflejos, el estómago... incluso en el Índice de Masa Corporal. La presión arterial también se ve afectada cuando se baja de las seis horas de sueño por día. Si no se duerme, el cerebro no puede limpiar las proteínas formadoras de placas que causan la enfermedad de alzheimer y la demencia.

Expertos de la Escuela de Medicina de Harvard ha elaborado un estudio, publicado en la revista Sleep, que muestra que casi un cuarto de las personas que duermen menos de seis horas por noche tienen algún tipo de enfermedad cardiovascular. Bajar de las cinco horas expone a un riesgo de muerte prematura y bajar de ese número de horas (incluyendo aquellas personas que, ocasionalmente, no duermen nada en 24 horas) tiene una serie de efectos sobre la salud, según otros estudios similares:


En los reflejos: después de 24 horas sin dormir, el rendimiento cognitivo y motor coincide con el de alguien que ha bebido cinco copas, según publica Nature.

En el estómago: la producción de leptina, la hormona que te hace sentir lleno y regula el almacenamiento de grasa, es un 15,5% menor en los que habitualmente duermen, al menos cinco horas , según una investigación de la Universidad de Wisconsin.

En el Índice de Masa Corporal: el Índice de Masa Corporal es un 3,6% mayor de media en aquellos que duermen menos de cinco horas, según investigadores de la Universidad de Stanford.

En la presión arterial: una persona que duerme menos de seis horas diarias aumenta su presión arterial sistólica hasta 132 (cuando lo ideal es estar por debajo de 120).

En el páncreas: aquellos que duermen una media por debajo de seis horas suelen ser el doble de propensos a sufrir diabetes, independientemente de su edad o nivel de actividad, según un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale.

En el cerebro: estar tres días consecutivos durmiendo cuatro horas o menos mata células del cerebro. Peor aún si no se duerme, ya que el cerebro no puede limpiar las proteínas formadoras de placas que causan la enfermedad de alzheimer y la demencia.

Insomnio y otros síndromes

El trastorno del sueño más frecuente es el insomnio, que de manera crónica afecta a un 10% de la población y de manera transitoria a un 40%. Pero también influyen otros trastornos.

Uno de las más frecuentes es el síndrome de las piernas inquietas, que tiene una prevalencia de entre el 5 y el 10% de la población y que dificulta el sueño a quien la padece.

Otra de las enfermedades que afectan al descanso nocturno es el síndrome de la apnea obstructiva del sueño (SAOS), que sufre un 4% de la población y que es muy peligrosa, ya que la persona que la padece deja de respirar durante unos segundos.

Via 20minutos.es

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