El cuidado y mantenimiento de un colchón es un aspecto muy importante que es recomendable que no descuidemos para que éste no pierda sus cualidades. Un buen uso y limpieza del mismo nos garantizará que su vida útil sea más larga y se mantenga en perfecto estado, lo que influirá directamente en nuestra salud y descanso.
Muchas son las incidencias que pueden ocurrirle a nuestro colchón, desde que se manche con comida, que se moje porque se nos derrame algún líquido o que tengamos niños pequeños que mojan la cama,… hasta el polvo que está en el ambiente. En el post de hoy vamos a daros algunos consejos para limpiar el colchón.
La vida útil de un colchón en buen estado gira en torno a los 10 años. Según Asocama (Asociación Español de la Cama) un 68% de los españoles no cambiamos el colchón hasta que su deterioro físico no es visible por fuera. Esto es entorno a los 12,6 años. Pero la realidad es que un colchón se va deteriorando también por dentro, independientemente de que este deterioro sea visible.
Además de tener en cuenta esto, es muy importante qué uso estamos haciendo de él, y cómo lo cuidamos y mantenemos para que llegue a esta edad en un buen estado para nuestra salud. Por tanto, para que el núcleo de un colchón se mantenga en perfectas condiciones de uso durante estos años, depende de que sigamos las recomendaciones de mantenimiento y limpieza que nos hacen los fabricantes.
En nuestro colchón pueden estar viviendo entre 100.000 y 10.000.000 ácaros dependiendo de su antigüedad. Esto puede ser un problema para nuestra salud. Alergias, insomnio, asma, moqueo, ojos rojos, dolor de garganta, legañas, problemas de piel, etc. son algunas de las consecuencias que podemos estar padeciendo por este motivo sin tener conciencia de ello.
Además de cambiar el colchón aproximadamente cada 10 años, otras cosas que podemos hacer son:
Abrir la ventana y ventilar el colchón diariamente de 15 a 20 minutos después de levantarnos. Se recomienda no hacer la cama inmediatamente, sino abrir la ropa de cama y dejar que el colchón quede al descubierto para que, junto a las sábanas, se ventile y transpire. En verano, si hemos sudado y consideramos que el colchón puede estar humedecido, aumentaremos el tiempo de ventilación.
Batear o golpear el colchón. Aproximadamente una vez al mes es recomendable que pongamos el colchón en posición vertical para que caiga el polvo y las partículas acumuladas. Así los ácaros tendrán menos “alimentos” y limitaremos su reproducción. La aspiradora es mejor no usarla, aunque podemos hacerlo de manera suave y sin ejercer presión en caso de que el acolchado más cercano a la tapicería no sea de fibras naturales, ya que se podrían desprender, deshacer y absorber.
Cambiar la ropa de cama todas las semanas y lavarla con agua caliente para eliminar los ácaros del polvo.
Lavar la almohada una vez cada dos meses.
Limpiar el colchón en profundidad
Además de todos los consejos básicos que acabamos de leer, el colchón puede sufrir diferentes incidentes y pequeños accidentes domésticos. En caso de que el colchón se haya manchado o queramos hacerle una limpieza más en profundidad es necesario mirar las instrucciones que da el fabricante sobre cómo limpiar el colchón y seguir los consejos.
A nivel general se recomienda para limpiar el colchón:
En primer lugar no mojar el colchón. En caso de tener que quitar una mancha se puede frotar ligeramente sobre la misma con un trapo ligeramente humedecido, pero no mojarlo, ya que la humedad puede trasladarse al interior y esto puede provocar la aparición de moho, ácaros, etc. Podemos añadir al agua un poco de jabón neutro o bicarbonato con unas gotas de aceite esencial de árbol del té. Evitad los productos químicos, pueden dañar la tapicería.
Para llevar a cabo este proceso llevaremos el colchón a un lugar donde le pueda dar el aire para que seque bien y de forma natural. Lo ideal es un balcón o una terraza.
Recomendamos usar jabón natural, si es posible casero o bicarbonato porque ambos permiten eliminar la humedad, desodorizar y eliminar todo tipo de bacterias, suciedades y, sobre todo, los molestos ácaros. En cuanto al aceite esencial del árbol del té, es uno de los mejores desinfectantes naturales que existen, además de disponer de un agradable olor que logrará que el colchón vuelva a tener ese agradable aroma a “nuevo”.
Mezclaremos el jabón o bicarbonato con 5 o 6 gotas de aceite esencial. Si no hay manchas, sencillamente espolvorearemos la mezcla por un lado del colchón y lo dejaremos así un par de horas, transcurrido este tiempo, lo batearemos para que se caiga el polvo y haremos la misma operación por el otro lado.
Si existe mancha cogeremos un cepillo de cerdas suaves o una esponja seca, y lo mojamos en la mezcla (a la que hemos añadido un poco de agua). Después frotamos suavemente sobre la mancha. Inmediatamente después enjuagamos la esponja, la escurrimos y limpiamos la espuma del colchón. Siempre con cuidado para mantener la zona lo más seca posible y para que ningún otro líquido penetre en la superficie del colchón. Dejamos secar el colchón al sol.
Si la mancha es de un líquido y está húmeda aún, hay que limpiarla lo antes posible para que la humedad desaparezca y no florezca, evitando así, la proliferación de microorganismos.
Lo primero que haremos será intentar secar dicha mancha para eliminar la humedad. Cubriremos la zona mojada con toallas limpias y secas que absorban la mayor cantidad de líquido posible, presionándola hasta que la zona quede bastante seca. El papel de cocina también puede ser de ayuda.
Si la zona mojada es de agua, podemos proceder directamente al secado. Si por el contrario, es de pis o cualquier otro fluido que puede dejar una huella, tendremos que tomar las medidas de limpieza que hemos explicado anteriormente.
Mantenimiento de los colchones
Es importante que sigáis las recomendaciones del fabricante o vendedor. En Colchones.es podéis también encontrar algunas recomendaciones. Os las comentamos a continuación.
Voltear y girar el colchón cada tres meses. Si el colchón está fabricado para ser usado a doble cara es importante que los giremos y/o volteemos, según corresponda, cada dos o tres meses para que no se apelmace y los acolchados se recuperen correctamente. Si está acolchado sólo por una cara habrá que girarlo de pies a cabeza cada dos o tres meses para homogeneizar el peso y así mantenerlo en las mejores condiciones. Esto nos garantiza que el colchón mantenga durante su vida útil la solidez y consistencia inicial.
En el vídeo siguiente os explicamos el proceso.
Usar un cubre colchón: Las fundas protegen el colchón y hacen que el polvo y la suciedad no los dañen. Se recomienda que los protectores sean impermeables, transpirables, lavables y de algodón.
Es importante para cuidar de nuestra salud, cuidar de nuestro colchón. Atender a su mantenimiento, higiene y limpieza para que se conserve en buen estado es primordial.
Via colchones.es
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