Su forma de dormir le está enfermando

jueves, 12 de septiembre de 2013
Resulta que aproximadamente dos terceras partes de nuestra vida somos seres conscientes, atentos al mundo que nos rodea y vamos sorteando los obstáculos que la vida nos presenta. Sin embargo, durante otra tercera parte de esa vida, nos convertimos en solo cuerpos inertes ajenos a todo lo que sucede alrededor, sumergidos en nuestros sueños, mientras dormimos profundamente.

Desde luego que el sueño es vital para la vida, y consume por lo menos ocho horas al día a lo largo de toda nuestra vida. Curiosamente, para esa parte tan importante para la salud y para la vida no recibimos ninguna instrucción, indicación o metodologia: cada quien duerme como puede y como mejor le acomoda.

Las variaciones en la cultura del dormir, va desde el tiempo que se le dedica a ello, tanto de día como de noche, si se come antes de dormir, si mira televisión antes de dormir o toma pastillas u otros auxiliares para dormir.

Pero la variable más importante es ¿en qué postura acostumbra dormir?
Si duerme en cama firme o suave, utiliza almohada, le gusta dormir bocabajo, con la nariz y un ojo comprimido sobre la almohada o la cama.

Si duerme como momia egipcia boca arriba con las manos entrelazadas al pecho y no se mueve en toda la noche, o sobre la espalda con la cabeza ligeramente elevada como en aquellas culturas en que se utilizan hamacas para dormir.

La posición y el nivel en la que se coloca la cabeza durante el sueño, está relacionada con la circulación a la cabeza y al cerebro. En ocasiones, al levantarse de la cama demasiado rápido, se experimenta un mareo. A este efecto se le llama hipotensión ortostática y ocurre porque la presión arterial cuando se acuesta baja, y sube repentinamente cuando nos ponemos de pie aunque se normaliza inmediatamente sin que se generalmente se note.

Por supuesto, el cuerpo es inteligente y tiene mecanismos para controlar la presión cerebral bajo diferentes posturas. Pero estos mecanismos cerebrales para ajustar la presión tienen sus límites. Así se explica que de día cuando estamos de pie, los líquidos van hacia abajo por ley de gravedad y hasta a muchas personas se les hinchan los pies y los tobillos, porque a la sangre se le dificulta regresar hacia el corazón, en contra de la ley de la gravedad.

Cuando nos acostamos, la ley de la gravedad funciona en otra dirección, y los líquidos se acumulan en la parte del cuerpo que está contra la cama.

Hay un campo de la medicina espacial que estudia este efecto de la gravedad sobre el cuerpo humano. Y lo estudian porque los astronautas en el espacio se encuentran en un campo de gravedad cero, y se sabe que esto provoca que la sangre se congestione en la cabeza y en el cerebro, causando mayor presión que se acompaña de migrañas, glaucoma, enfermedad de Meniere y otros problemas asociados con el aumento de presión cerebral y congestión.

Sin embargo, como la medicina es un campo tan amplio, donde los especialistas estudian a profundidad y donde aprenden algunos más y otros menos, pero existe poco intercambio de ideas entre la medicina espacial y la terrestre. De lo contrario, alguien habría comprendido que el dormir en plano horizontal, si ocasiona problemas para los astronautas, ¿no podría causar problemas a todo el mundo?

Esta investigación del espacio sobre las posiciones en el dormir se han declarado como una posible causa de dolor de cabeza (cefalea). Se tiene la hipótesis de que dormir en plano horizontal durante muchas horas durante la noche, puede ocasionar demasiada presión al cerebro y la acumulación de líquido (edema) en el tejido cerebral con falta de oxígeno y de glucosa en la sangre, lo cual es más marcado por las mañanas.

Cuando se han hecho estos estudios en grupos de personas, se comprueba que al dormir con la cabeza elevada 10 a 30 grados más arriba, se mejora la circulación cerebral y ayuda a drenar los líquidos de la cabeza sólo por gravedad.

Tal vez la migraña sea un mecanismo de emergencia del cerebro para recibir sangre nueva con oxígeno y azúcar y tal vez, dormir con la cabeza en un plano más alto que el cuerpo, sería posible evitar las migrañas.

Tenga en cuenta que el cerebro es el centro del sistema nervioso que controla y modifica todas las funciones corporales. Si ciertos centros del cerebro se congestionan y se someten a presión diariamente por dormir demasiado plano durante largas horas, estos centros pueden funcionar incorrectamente.

Dependiendo de la forma en que una persona duerme, varía la circulación del cerebro y otras variables, por eso, la presión cerebral actúa diferente en distintas personas. Por eso, para algunas personas, los centros respiratorios del hipotálamo pueden congestionarse, y causar problemas como el síndrome de muerte súbita infantil (que se ha asociado con la posición de la cabeza y el cuerpo mientras se duerme), la apnea del sueño o incluso el asma. La apnea del sueño ha demostrado que puede tratarse con tan sólo modificar la posición de la cabeza durante el sueño.

El glaucoma (aumento de la presión intraocular) claramente está causado por este mecanismo. Ya se sabe que la presión del ojo aumenta cuando la cabeza está en un plano más bajo que el cuerpo y disminuye cuando la cabeza está arriba. Es esencial tener en cuenta la posición de cabeza al tomar lecturas de la presión ocular debido a esta delicada relación entre hipertensión ocular y posición de cabeza. La presión del ojo también es más alta en la madrugada. Por eso, elevar la cabeza mientras se duerme debería ser rutina para prevenir y tratar el glaucoma.

Los ojos hinchados y la congestión de los senos paranasales, también se afectan con la presión de los líquidos en la cabeza, porque así como la presión aumenta en el cerebro, lo mismo sucede con el rostro donde se acumulan líquidos en toda la cara y se inflaman los párpados, los labios,encías, nariz, senos paranasales, oídos, etc. Además, el dormir boca abajo, es causa de la formación de arrugas en el rostro.

Además de la posición de la cabeza en relación con la gravedad, también el dormir de lado o sobre el abdomen puede causar problemas. Por ejemplo, muchos casos de síndrome del túnel del carpo se relacionan con el dormir sobre las manos o las muñecas oprimidas como cuando se duerme de lado.

En algunos trastornos se hace evidente la forma o el lado en que duerme la persona, como por ejemplo en las enfermedades de los ojos o de los oídos, cuando la presión es mayor en el ojo u oído enfermo que se oprime sobre la cama.

En los hombres, que duermen de lado puede resultar en compresión de los testículos con alguna disfunción posible. Lo mismo se observa en las mujeres que acostumbran dormir bocaabajo o de lado que comprimen sus senos con la consiguiente baja de circulación.

A las personas con reflujo gastroesofágico, hernia hiatal, esofagitis, etc. se les recomienda dormir con la cabeza en un plano más alto que el estómago para prevenir los trastornos.

Muchas personas que sufren alguna enfermedad o trastorno no contemplan la posición en que duermen y los beneficios que puede ofrecerles el cambiar la posición, solo que durante el sueño, la posición adoptada obedece más a los hábitos aprendidos que a la voluntad, pero bien vale la pena intentar dormir bocarriba, colocando cojines para elevar la cabeza y algún cojín pequeño para colocar debajo de las corvas, bajo los brazos, etc. para acostumbrarse a cambiar la postura habitual de dormir.

Lo importante es tomar en cuenta que la posición al dormir tiene repercusiones en la salud yen la enfermedad y que puede reflejarse como molestias y trastornos para los que se busca tratamiento médico sin caer en cuenta que con solo cambiar la postura durante el sueño es suficiente.

Fuente revistamundonatural.com

0 comentarios:

Publicar un comentario