Tu almohada

viernes, 20 de septiembre de 2013
Aunque parezca extraño hay personas que siguen utilizando la almohada que tenían de pequeños o incluso algunos confiesan llevarse consiguo la almohada cuando viajan. La almohada tiene algo que la hace muy particular. En una cama, es el componente más subjetivo y personal. Cada persona tiene sus propias preferencias.

Una mala almohada resta eficacia a un buen colchón. Si no es la adecuada aparecen los molestos dolores cervicales al no dormir con el cuello bien posicionado. La firmeza del colchón afecta a la postura de la zona cervical, pero es la almohada la principal responsable de que la alineación de la columna vertebral en la zona cervical sea correcta.

Para elegir almohada lo primero que debemos preguntarnos es en qué postura dormimos. En la noche podemos dar muchas vueltas, pero siempre existe la denominada ‘postura de referencia’ que es a la que el cuerpo acude para descansar en profundidad y suele ser la que adoptamos al acostarnos.



El cuerpo da muchas vueltas durante la noche (dependiendo de la persona) como mecanismo de defensa. Una presión continuada en un mismo punto puede degenerar en una lesión cutánea (las escaras de los enfermos, por ejemplo), por lo que el cuerpo va rotando para repartir esa presión por todo el cuerpo. Lo mismo ocurre al acumular sudoración o si la postura no es la adecuada. El mejor indicador de calidad del equipo de descanso es el número de vueltas que se dan en una sola noche (aunque influyen otros factores, como las personas que no pueden dormir por depresión, nervios, ansiedad…)

La postura más recomendada es la fetal. Dormir boca abajo es perjudicial. Fuerza el cuello y no facilita la respiración.

Si durmes boca arriba necesitas una almohada de altura media-baja. La curvatura a cubrir es poca.

Si duermes boca abajo intenta no poner almohada y , si lo haces, que sea muy baja. No es una postura recomendable.

Di duermes de lado una almohada de altura media-alta será ideal. Se salvará así el escalón más pronunciado, el que marcan tus hombros en el colchón.

LO QUE LA GENTE NO SABE:

    La amohada es individual. Siendo tan personal, no hay que compartirla con medidas de matrimonio. Muchas personas lo hacen porque piensan que es más estético, pero estamos hablando de salud.
    La almohada debería renovarse cada dos años. Básicamente por higiene, ya que es un producto íntimo, aunque vayamos lavando la funda.
    Existe una almohada para cada edad. Un niño de 1 a 6 años tiene necesidades diferentes a las de un joven, adulto o anciano.

Prueba la almoahda antes de comprarla y no hagas caso de las recomendaciones de amigos o familiares. La almohada es algo muy personal y cada persona debe encontrar la suya.

Via blogcolchones.es

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