A veces no es fácil hacer que el bebé duerma. Por eso aquí te proporcionamos 10 consejos que pueden ayudar al bebé a dormir bien. Lo mejor es que lo tengáis en cuenta desde el principio, así se acostumbrará.
Los recién nacidos duermen cuando están cansados y se despiertan cuando tienen hambre. No distinguen día y noche ya que esta capacidad se desarrolla normalmente entre el tercer y sexto mes de vida. Pero podéis ayudar al bebé a que de forma temprana sepa la diferencia entre el día y la noche y así establecer unos patrones de sueño apropiados para su edad. Con los siguientes 10 consejos lograréis una buena base para el desarrollo del sueño del bebé:
Consejo 1: Dormir no es un castigo, sinó algo agradable
La mejor base para que el bebé duerma es mostrando una actitud positiva hacia el sueño. Transmite a tu bebé que dormir es algo hermoso y no un "tienes que". Según el investigador del sueño, el profesor Zulley de la Universidad de Regensburg: "El sueño es a menudo utilizado como un castigo, el aislamiento del niño en respuesta a un comportamiento negativo. Dormir debe ser desde el comienzo algo positivo, debes enseñar a los niños que dormir es disfrutar. Nadie puede prescindir del sueño".
Consejo 2: La noche es el momento de descansar
Para que el bebé duerma debes procurar un entorno silencioso y tranquilo, y con poca luz. Es mejor que reserves los juegos ya sea en la cunita o en brazos para el día. Cámbiale el pañal sólo si está mojado. Si en medio de la noche le das el pecho o un biberón, déjale de nuevo después en la cuna, si no se duerme en seguida y se queja un rato no es malo. No debes levantarle enseguida, sólo si realmente llora mucho y no puede calmarse, puedes tranquilizarlo, meciéndole en la cuna, acariciándole o tomándole en brazos. Debes evitar darle el pecho o el biberón sólo para calmarle, existe el riego que se acostumbre y que luego el bebé no duerma sin el pecho o el biberón.
Consejo 3: Aprender a dormir solo
Los mejores dormilones son por lo general los bebés que han aprendido a dormir solos. Cuando se despiertan por la noche no perciben su soledad como algo negativo y ven que todo lo que está a su alrededor sigue igual como estaba antes de caer dormido. Un bebé que se duerma durante la lactancia, por ejemplo, y más tarde se despierta solo en su cuna, probablemente va a llorar y no volverá a dormirse sin la presencia de mamá.
Si quieres saber más sobre este comportamiento puedes leer nuestro artículo Desarrollo de los patrones de sueño en el bebé. Para el desarrollo del sueño de tu bebé es beneficioso que le dejes en la cama tempranito y cuando aún está despierto. Entre las semanas sexta y duodécima, el bebé aprende mejor a dormirse solo. Por lo tanto es aconsejable que antes de este periodo, y sobretodo durante este tiempo, procuréis llevarlo despierto a la cama.
Consejo 4: Cenar tarde
Un método probado para que el bebé duerma sin interrupciones, recomendado por las autoras Joanne Cuthbertson y Schevill Susie en la guía "Helping your child sleep", es la introducción de una cena sólida tardía. Puedes comenzar poco después del nacimiento o más adelante en las primeras semanas de vida.
Pon un plazo fijo en el que tu bebé reciba su última cena y mantén esa constante por unos días. Incluso si el bebé ha tenido hambre hace poco o recién se quedó dormido, no debes prescindir de esta toma. Después de unos días, el bebé se acostumbrará a este momento y va a tener hambre. Puede valer la pena, porque el bebé aprende así otra regularidad que le ayuda a dormir toda la noche.
Consejo 5: Retrasar las tomas nocturnas
El tiempo transcurrido entre la última comida y el momento en que el bebé tiene hambre otra vez será cada vez más largo. Si no percibes este paulatino cambio, puedes dar un paso más para tratar de retrasar las comidas, poco a poco, cada noche. Para ello el bebé debe estar sano, tener como mínimo entre cinco y siete semanas de edad y pesar por lo menos cinco kilos. Si tu bebé se despierta con hambre después de la última toma, no debes amamantarle o darle el biberón de inmediato, sino que prueba a entretenerlo, mecerlo o incluso intenta que se duerma de nuevo. Si eso no le ayuda, dale un poco de agua o infusiones para bebés para que aguante un poco más hasta la leche.
Estas pequeñas maniobras de distracción son sólo para facilitar la transición a dormir toda la noche y no deben convertirse en un hábito. Prueba durante 4-5 días de retrasar aún más la comida y tu bebé aprenderá a quedarse dormido hasta la madrugada. Si tras intentarlo durante 4 noches no lo consigues, es que para el bebé probablemente todavía sea demasiado pronto. Aborta el intento y comienza una semana más tarde.
Consejo 6: Las horas de sueño
A partir de la sexta semana de vida, puedes tratar de acostumbrar al bebé a tener una cierta rutina. Un ejemploe es la "regla de dos horas" que establece que para facilitar que el bebé duerma toda la noche se le debe colocar en su cuna tras haber estado 2 horas despierto.
Del tercero al cuarto mes de vida, puedes introducir horarios fijos de descanso por la noche y la siesta durante el día. Ahora bien, si tu bebé duerme mucho durante el día entonces se despertará durante la noche. Los bebés que son alimentados cuando tienen hambre y que duermen cuando tienen sueño desarrollan su ritmo propio. Si eres de las mamás afortunadas con este tipo de bebés no será necesario intervenir. Si no, puedes ayudarle tratando de acostumbrarle a las comidas regulares y los tiempos fijos de descanso.
A partir del sexto mes de vida el bebé también se ha desarrollado físicamente bien así que no necesita comer durante la noche y puede dormirla toda seguida. A partir de ese momento deben fijarse los momentos para comer y para dormir, para que tenga un ritmo y una rutina con la que pueda cumplir y acostumbrarse.
Elegid los momentos que mejor se adapten a su situación. Sólo aseguraros de cumplir con lo descrito en el Consejo 8, mantener una buena distancia entre la siesta de la tarde y la hora de acostarse por la noche. El reloj interno de vuestro bebé se ajustará unos pocos días más tarde, por lo que siempre se sentirá cansado en estos momentos.
Para que este ritmo se desarrolle sin problemas no debes interrumpirlo, sobretodo al principio. Sólo una vez pasadas dos o tres semanas, cuando ya lo tiene todo interiorizado, podéis, en casos excepcionales, por ejemplo, para un viaje de fin de semana, interrumpir el horario regular. El bebé podrá adaptarse de nuevo fácilmente al ritmo habitual.
Consejo 7: Fijar las "horas antes de acostarse"
Es posible que hayas observado que el bebé se siente especialmente bien o se duerme fácilmente después del baño. A menos que la piel del bebé no sea demasiado sensible para un baño diario, no hay nada de malo en establecer el baño diario como un ritual antes de acostarse. Eso facilitará que el bebé se duerma. En general es aconsejable realizar siempre lo mismo durante la última hora antes de acostarse. Disfruta con caricias o cantándole una canción de los últimos minutos antes de dormirle. Puedes encontrar otros consejos en el artículo Rituales para ir a dormir.
Consejo 8: Ninguna siesta tardía
Procura durante el día que el bebé esté despierto antes de una siesta por lo menos 3 horas. Entre la última siesta y la hora de acostarse deben pasar como mínimo cuatro horas. De lo contrario se corre el riesgo de que no esté lo suficientemente cansado y el bebé no se duerma.
Consejo 9: Un entorno adecuado para dormir
Bien recostadito va a dormir mejor. Consigue un ambiente cómodo en un área bien ventilada para que el bebé duerma. Asegúrate de que el colchón no es demasiado blando, y evita, sobre todo en los primeros meses, que el suministro de aire pueda verse afectado por las mantas, almohadas, peluches y otros objetos. Son muy apropiados los saquitos de dormir. La transición del día a la noche ha de ser muy suave para el bebé. También ayuda bajar un poquito la luz en el cuarto, con un regulador si lo tenéis, o colocando una luz para bebés. Puedes encontrar más recomendaciones en el artículo 9 consejos para un buen entorno de descanso.
Consejo 10: Comprobar regularmente los hábitos
Ten siempre en cuenta los hábitos de descanso del bebé. Intenta recordar si durante las primeras semanas se quedaba dormido en el pecho o con el biberón en la boca y si rápidamente se convirtió en un hábito, cosas que luego pueden conducir a problemas del sueño.
Puedes ayudar al bebé a desarrollar de forma temprana un ritmo de sueño. Estos consejos han ayudado a muchos bebés a dormirse sin problemas y aguantar toda la noche. Puedes encontrar más información interesante sobre los patrones de sueño de los bebés en nuestros artículos Cuando tu bebé duerme y El desarrollo del sueño en el bebé. También puedes utilizar la lista de comprobación en ¿Es un buen dormilón? donde puedes comprobar si debes cambiar algo acerca de los hábitos de dormir.
Via netmoms.es
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