Dormir en el embarazo

lunes, 2 de diciembre de 2013
Las mujeres sienten diferentes necesidades de sueño en el embarazo, independientemente de cuáles fuesen sus hábitos en el sueño antes de estar embarazadas.

Debido al esfuerzo físico que supone la gestación y a los numerosos cambios que se producen tanto a nivel corporal como a nivel metabólico, el sueño se ve afectado de distinta forma a lo largo de todo el proceso del embarazo.

El sueño en cada trimestre del embarazo

Durante el embarazo los sueños se vuelven más realistas y también es posible que por las diferentes preocupaciones, el número de pesadillas se vea aumentado. En los nueve meses de embarazo el sueño requerido por la embarazada cambia, estas variaciones en el hábito del sueño se pueden dividir en los tres trimestres del embarazo.

Primer trimestre: aumenta de forma considerable la necesidad de dormir de la mujer, además se acompaña de un estado de somnolencia y cansancio. Esto es debido al aumento de la hormona progesterona (sus niveles se triplican en el embarazo) que provoca un efecto sedante sobre el cerebro.

Segundo trimestre: disminuye la necesidad de dormir continuamente, pero es habitual que el sueño sea interrumpido por la necesidad de orinar con frecuencia. A pesar de esto, es el periodo con el sueño más favorable en el embarazo.

Tercer trimestre: aumenta el insomnio y es difícil conciliar el sueño. La continua necesidad de orinar, el gran tamaño de la barriga y los movimientos del feto son las principales razones que dificultan el sueño. Aunque también hay que añadir la preocupación y el estrés que sufren las mujeres por temor al momento del parto, la preocupación por la salud del futuro bebé y el gran cambio que supone el nacimiento de un niño.

Posturas adecuadas para las embarazadas

A medida que el feto va creciendo es difícil encontrar una posición cómoda para dormir, además cambiar de postura o moverse en la cama resulta más complicado a lo largo del embarazo por el aumento del tamaño corporal.

Durante el primer y el principio del segundo trimestre se puede dormir en cualquier posición, pero es recomendable ir acostumbrándose a dormir de costado con las piernas flexionadas. Dormir de lado es indispensable durante el tercer trimestre, ya que es la postura más favorable para el feto y es la posición recomendada por todos los médicos. Esta postura permite que el corazón bombee la sangre con facilidad, ya que permite que el peso del feto no recaiga sobre la vena cava inferior (vena principal) que transporta la sangre de regreso al corazón desde las piernas.

Dormir sobre cualquier lado es beneficioso ya que facilita el riego sanguíneo hacia el feto, útero y el resto de órganos y alivia el dolor de espalda. Algunos médicos piensan que dormir sobre el costado izquierdo es mejor porque evita que el útero se apoye en el hígado, que se encuentra en la parte derecha del abdomen.

Durante el sueño es habitual girarse o moverse en la cama, el cambio de posición es normal y no es necesario preocuparse en exceso por esto. Además durante el tercer trimestre cada vez es más difícil moverse y si en algún caso se terminase boca arriba el peso del bebé sobre la vena cava inferior resulta muy incómodo y terminaría por despertar a la embarazada.

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