El doctor Estivill se propone enseñar ahora a los adultos lo que tienen que hacer para dormir bien con 'Que no te quiten el sueño'
Dormir bien es un derecho de salud pública que abarca todas las áreas de salud del ser humano y se puede ver dificultado por situaciones económicas.
¿Tarda mucho tiempo en dormirse? ¿Se despierta antes de lo necesario o lo hace varias veces durante la noche? ¿Se levanta con la sensación de no haber descansado? Si sus noches se han convertido en una larga pesadilla donde Morfeo se ha olvidado de visitarle, posiblemente padezca insomnio, uno de los transtornos más comunes del sueño. Pero tranquilo, no es el único.
Es un problema que hoy en día afecta a entre el 10 y el 30% de la población adulta y es más frecuente en mujeres y ancianos. Las prisas, el estrés, las preocupaciones o la mala alimentación son los perfectos aliados para alterar nuestro sueño. En muchos casos está de nuestra mano el solucionarlo. Por eso es importante tener en cuenta algunos consejos para que nada nos quite el sueño y recobremos el ansiado descanso.
El primero y fundamental es aprender a desconectar. Así lo asegura el médico, pediatra y neurofisiólogo Eduard Estivill, que ha dedicado buena parte de su vida a enseñar a la gente a dormir. Primero a pequeños con 'Duérmete, niño' (Planeta) y ahora también a mayores con su nueva obra 'Que no te quiten el sueño' (Planeta). Pero ¿qué se entiende por desconectar? Según Estivill, para ir a la cama es necesario comenzar un ritual somnífero dos horas antes. "Lo primero es apagar el móvil y el ordenador, luego cenar ligero (ensalada, pasta, infusiones o leche caliente), tomar un baño y, si aún no llega el sueño, hacer alguna actividad relajante que no tenga nada que ver con nuestro trabajo, como una pequeña sesión de belleza, preparar la ropa para el día siguiente o leer un libro".
Respecto al trabajo, el especialista también pone el acento en aquellas profesiones que obligan a tener cambio de turnos constantes y trabajar por la noche. "Está demostrado que por cada quince años de trabajo nocturno, son cinco años menos de esperanza de vida", dice Estivill. Para las personas con estos horarios recomienda que sus familias respeten lo máximo posible su tiempo de descanso y utilizar antifaces o tapones, en caso de que lo necesiten. Además, pueden consumir suplementos de melatonina antes de acostarse. Pero no solo el trabajo es el responsable del mal dormir. Según el médico, "muchas veces nos quitamos horas de sueño para hacer otras cosas. No entendemos que el sueño es el taller donde reparamos y restauramos lo que hemos gastado durante el día". Así, el metabolismo o la piel se regeneran durante la noche y se evitan problemas como el de la obesidad.
Dormir es vivir
Sobre cuántas horas necesitamos dormir, Estivill aclara que el tiempo varía en función de la edad. Según el especialista, un adolescente necesita entre ocho horas y media y nueve de media para descansar, mientras que un adulto con siete u ocho horas tiene suficiente. No obstante, lamenta que los jóvenes "son un grupo de riesgo" pues no suelen cumplir con el horario recomendado. Este experto aconseja también dormir la siesta, máxime veinte minutos, periodo en el que se produce el sueño superficial suficiente para desconectar.
Como ningún método es infalible, el doctor Estivill advierte de que aun siguiendo sus consejos hay casos en los que los problemas de insomnio persisten. Por ejemplo, hay personas que concilian el sueño pero que se despiertan agitados durante la noche. En esos casos, "hay que entender que esa clase de problemas no se pueden solucionar la misma noche y que, por lo tanto, lo mejor es salir de la cama e intentar relajarse para volvernos a dormir. Eso sí, sin encender el ordenador. Si nos quedamos en la cama, el esfuerzo que hagamos para conciliar el sueño se volverá un estímulo negativo, por lo que es mejor salir del dormitorio", avisa el doctor. Lo que no hay que hacer nunca es confiar en que las pastillas vayan a solucionar el problema. "Antes se las dábamos a los pacientes porque no teníamos conocimientos. Ahora sabemos lo que pasa, podemos dar un buen diagnóstico y dependiendo de la causa, tomar unas u otras medidas", asegura este gurú del sueño para quien existe un único lema: "Dormir es vivir".
Via diariodenavarra.es
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