Además de aportar visibles beneficios a nuestro estado de ánimo, dormir en buenas condiciones también proporciona grandes ventajas para nuestra salud. Desde Velfont queremos ofrecerte las premisas más básicas que te permitirán tener un sueño reparador y dormir plácidamente, para así disfrutar de los beneficios al día siguiente.
- El primer aspecto que cabe recordar es que el colchón y la almohada sean los adecuados para ti. Al estar tumbados sobre la cama, la columna vertebral debe quedar recta, sin tensiones y la respiración tiene que fluir sin que cause molestias. Debemos levantarnos de la cama sin sensación de dolor de espalda o cuello.
- Con respecto a las posturas que se deberían adoptar, podemos elegir entre tres: boca abajo, boca arriba o de lado. Aunque la decisión final es individual, existen ciertos consejos que nos permiten escoger la postura más adecuada para dormir en buenas condiciones. La verdad, los expertos en descanso recomiendan acostarse boca arriba o de lado, preferiblemente la segunda mencionada. La mejor postura para dormir es sin duda la posición fetal: la espalda queda recta, la respiración es la adecuada y se evitan contracturas y dolores.
- Para facilitar la respiración, es importante utilizar una almohada ligeramente inclinada hacia atrás y, de esta manera, también se evitarán posibles dolores cervicales.
- El uso de agentes externos que sean empleados para la inducción el sueño remite a una alteración del mismo. Aunque una vida agitada, conflictos no resueltos, sedentarismo y el exceso de zapping han hecho de esta necesidad algo difícil de resolver, es mejor seguir los consejos de Velfont para dormir en buenas condiciones. Si, como ya hemos publicado anteriormente, se sigue un estilo de vida adecuado, la necesidad de consumir agentes externos se va a desvanecer.
- Tal y como hemos mencionado en el punto anterior, relajarse antes de dormir es la clave para saber utilizar las ventajas del hábito. En este sentido, los ejercicios de relajación pueden resultar efectivos. Una buena técnica es concentrarse en la respiración, inhalando y soltando el aire muy lentamente, olvidando los problemas y sintiendo cómo el cuerpo se funde tranquilamente en el colchón. Los músculos se relajan y los ojos pierden cada vez más peso.
Via velamen.com
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