Poner en práctica un sencillo entrenamiento y aprender cómo debe ser la última comida del día son dos medidas eficaces para conciliar mejor el sueño en tu embarazo.
El entrenamiento de Shultz
Es un sencillo método de relajación, muy fácil de aprender y aplicable en cualquier lugar, que ayuda a conciliar el sueño en 3 minutos. Su objetivo principal es conseguir una notable sensación de peso en todo el cuerpo a la vez, incompatible con la vigilia. Consta de 5 pasos. Apunta:
Túmbate en la cama boca arriba, de manera que tengas todos los miembros apoyados.
Explora mentalmente tu postura, muy despacio, de la cabeza hasta los pies.
Sin abrir los ojos ni girar la cabeza, mueve los ojos en este orden: derecha-centro-izquierda-centro. Repite este ejercicio 3 veces.
Concéntrate en cada parte del cuerpo, una por una, hasta lograr sensación de peso (por ejemplo, imagínate que tu brazo tiene que levantar una bolsa pesada, después, haz lo mismo con la pierna, con el abdomen...).
Finaliza el ejercicio estirando suavemente los brazos, los dedos de las manos, las piernas, los dedos de los pies y el cuerpo. Por último, abre los ojos... si puedes.
¡Ojo con la última comida del día!
Cena temprano y de forma ligera. Hazlo al menos dos horas antes de irte a la cama (el proceso de digestión dificulta el sueño), a base de alimentos suaves, que sean abundantes en triptófano. Este aminoácido relaja y ayuda a dormir mejor. Se encuentra en los huevos, la leche, el pescado, la lechuga, las berenjenas, los cereales integrales...
No te quedes con hambre. Tan perjudicial para un sueño reparador es atiborrarte de comida como quedarte con hambre. Si te suenan las tripas, levántate y tómate un vaso de leche tibia con dos o tres galletas integrales.
Prepárate una infusión. La tila, la pasiflora o la melisa te relajarán. Tómatelas templaditas, no muy calientes ni demasiado frías, para que te sienten mejor.
No bebas demasiada agua. No pases sed, pero tampoco abuses del agua a partir de la cena, para no tener que levantarte tanto a hacer pis por la noche.
Olvídate de los excitantes. No tomes café, ni té, ni chocolate después del mediodía. Tal vez te ayuden a combatir la somnolencia diurna, pero sus efectos estimulantes te impedirán dormir cuando te toca.
Via crecerfeliz.es
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