El dormir de un bebé puede verse afectado durante el verano donde las temperaturas suelen ser mayores a 28º C, ya sea mediante lapsus que interrumpen el descanso, insomnio o inquietud en el dormir. Por ello es importante conocer algunos consejos prácticos que permitirán a nuestro bebé poder conciliar el sueño fácilmente y tener un buen descanso a lo largo de sus 9-10 horas necesarias de sueño.
El hipotálamo se encuentra en el cerebro, y tanto la parte anterior como posterior son responsables de regular el sueño. El hipotálamo funciona mejor en temperaturas que oscilan entre los 19º C y 21º C, en temperaturas inferiores o superiores el sueño se ve obstaculizado ya sea mediante ciclos intermitentes de insomnio o un descanso menos reparador. En verano las altas temperaturas hacen que el bebé tenga problemas de sueño, volviéndolo más fastidioso y molesto por ello es importante seguir estos consejos para favorecer el buen descanso y ayudar a tu bebé a dormir bien en verano:
Crea un ambiente fresco, para ello abre las ventanas y permite que las corrientes de aire fluyan renovando el ambiente. Sin embargo es importante controlar las corrientes de aire que pueden traer resfríos al bebé.
Piensa en la disposición de la habitación y coloca la cuna en un lugar resguardado de las corrientes de aire.
Evita utilizar aire acondicionado en la habitación del bebé, ya que reseca las mucosas y puede traer problemas de respiración. Si lo prefieres, cuando las ventanas no sean suficientes para refrescar la habitación, puedes encenderlo horas previas al descanso de tu bebé y luego apagarlo.
Viste al niño con ropa ligera y que permita la transpiración del cuerpo, los tejidos naturales son una gran opción como por ejemplo el algodón. También puedes optar por acostar al bebé con poca ropa, sólo el pañal o una ranita sin embargo presta atención a los cambios de temperatura ya que por la noche tiende a descender unos grados.
Antes de acostar a tu bebé, prepárale un baño refrescante para que pueda tener un bien descanso. Si bien los bebés tienden a sudar durante la noche, a veces esta sudoración tiene que ver con procesos hormonales propios del desarrollo que por calor, por ello no hace falta tomar medidas extras.
La alimentación también influye en el buen descanso del bebé. Muchos pediatras recomiendan dar de cenar una papilla de cereales con alta densidad para asegurar un buen dormir, en verano es mejor no llenar de calorías el cuerpo del bebé y ofrecer más líquidos que hidraten el cuerpo. Las comidas hipercalóricas tienden a concentrar mayor calor corporal ya que su digestión es más laboriosa. Opta por alimentos frescos y ligeros.
Este verano descubre la fórmula secreta para hacer que tu bebé duerma bien con calor. Sigue estos consejos y disfruta de un buen dormir.
Via dormidina.com
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