Trastornos del sueño

jueves, 5 de noviembre de 2015
El sueño es imprescindible para una buena salud. Durante el sueño se producen una serie de cambios en el organismo que se traducen en una capacidad adecuada para la actividad diaria. Hasta un tercio de la vida de una persona es sueño.

Los trastornos del sueño se clasifican en trastornos derivados de la cantidad de sueño (hipersomnias e insomnio), en calidad del sueño (parasomnias) y en la secuencia del sueño (trastornos sueño-vigilia).

En relación a la secuencia del sueño, caber recordar que en éste se producen fundamentalmente dos fases. La primera fase, llamada fase no REM comprende desde el paso de adormecimiento, pasando por el sueño ligero hasta un sueño más profundo y reparador. Ocupa un 75% del tiempo. La fase REM (del inglés rapid eye movement) comienza al acabar la fase no REM, y se caracteriza por movimientos oculares rápidos. Ocupa el 25% del sueño de un adulto y es cuando se generan los sueños.

En las personas ancianas las horas de sueño disminuyen hasta 4-6 horas, aumenta el sueño ligero y menos reparador y aparecen más despertares nocturnos.

Cómo se produce

En función del tipo de trastorno del sueño, el mecanismo de producción es diferente. Según la clasificación antes descrita, destacamos

1-Trastornos del sueño por alteraciones en la cantidad
Insomnio:

El insomnio es la dificultad para conciliar o mantener el sueño. Su prevalencia varía entre un 10-40% y llega al 50% en personas mayores de 65 años.

Se clasifica a su vez en insomnio de conciliación o de inicio (forma más frecuente de insomnio. Se tarda más de 30 minutos en conciliar el sueño), insomnio de mantenimiento (por despertares nocturnos frecuentes) e insomnio de despertar precoz.

A su vez, el insomnio puede ser agudo o transitorio, si dura menos de una semana, subagudo o de corta duración, si dura entre una y tres semanas, y crónico, cuando su duración es de más de tres semanas.

Las causas más frecuentes de insomnio crónico son las enfermedades psiquiátricas (depresión, ansiedad...), abuso de sustancias y fármacos (alcohol, cafeína, nicotina, fármacos estimulantes del sistema nervioso central...), enfermedades crónicas (respiratorias como el asma y el EPOC, reumatológicas y el dolor crónico entre las más frecuentes) y el síndrome de las piernas inquietaso el SAOS como alteraciones primarias.
Hipersomnias:

Se define como somnolencia diurna excesiva, hasta un 25% más de las horas normales. Destacan:

Narcolepsia:

A la somnolencia diurna excesiva se asocian ataques de sueño repentino que pueden durar de 30 segundos hasta media hora. Se suele añadir cataplejía que consiste en la pérdida de la fuerza muscular con posible caída al suelo. Estos episodios suelen desencadenarse por una emoción intensa. Son características las alucinaciones hipnagónicas que son imágenes vividas justo antes del ataque de sueño y las parálisis de sueño en las que tras despertarse del sueño existe incapacidad para la movilización

Síndrome de apnea del sueño: durante el sueño se producen pausas respiratorias de más de diez segundos de duración. Se acompaña de hipersomnia diurna.

Asociado a depresión y al abuso de drogas

 2- Trastornos del sueño por alteración de la calidad o contenido
Parasomnias:

Se define como alteraciones en la calidad o contenido del sueño.

Entre ellas, encontramos

Sonambulismo: Consiste en la deambulación de unos minutos de duración con riesgo de caída. Más frecuente en la infancia y tiende a desaparecer durante la adolescencia. Más frecuente en varones con historia familiar de sonambulismo.

Terrores nocturnos:

Episodios de gritos nocturnos y agitación durante el sueño, permaneciendo el paciente dormido. Junto al sonambulismo, el paciente no recuerda a día siguiente el episodio
Pesadillas:

Sueños con alto grado de emotividad que despiertan al individuo de forma brusca. Más frecuentes en la infancia y en adultos, se asocian a ciertos fármacos, enfermedades mentales y deprivación de alcohol.

3- Trastornos del sueño por alteración en la secuencia
Trastornos del ritmo sueño-vigilia:

Existen desfases entre el ritmo de sueño y de vigilia, de manera que puede ser un ritmo avanzado o retrasado, en donde el individuo se despierta más pronto o se duerme más tarde, o el ritmo es desorganizado y se duerme de manera irregular durante todo el día (propio de enfermos encamados) o existe un ritmo cambiante, especialmente ligado a profesionales con turnos laborales cambiantes.
Sintomatología

El insomnio se suele presentar junto a las características descritas anteriormente, irritabilidad, cambios de humor, somnolencia diurna, baja concentración así como cefaleas y crisis de angustia.

Los síntomas de los otros trastornos del sueño ya han quedado descritos.
Diagnóstico

Se basa en un interrogatorio dirigido a determinar las características del sueño del paciente que sufre el trastorno. Es importante preguntar por el patrón del sueño, cómo concilia el sueño, duración del mismo, manera de despertarse, cómo se encuentra durante el día así como los hábitos alimentarios y el ejercicio que realiza. Cabe destacar también el efecto del insomnio en su actividad diaria así como conocer la existencia de somnolencia diurna o no y en que momento. Es útil recoger información de la pareja para completar el interrogatorio. Los antecedentes familiares también son de utilidad para el diagnóstico como los fármacos u otras sustancias de consumo habitual.

Se puede aconsejar al paciente que realice un diario del sueño durante al menos una semana, anotando diariamente los hábitos en relación al sueño, desde la hora en que se acuesta hasta las horas dormidas.

En cuanto a la exploración física, debe ser completa incluyendo una exhaustiva exploración neurológica y cardiopulmonar.

En casos de sospecha de patología asociada, será necesario realizar un análisis de sangre (con petición de hormonas tiroideas y tóxicas) así como en algún caso se realizarán pruebas de imagen como el TAC o la RMN cerebral.

Ante sospecha de SAOS, será necesaria la realización de una polisomnografía.

Si la sospecha es de ansiedad o depresión, existen escalas de valoración que pueden ayudar al diagnóstico.
Tratamiento

Es necesario que antes del uso de fármacos para el insomnio se empleen medidas higiénico-dietéticas para su tratamiento y se reserven los fármacos para cuando éstas fracasen.
Medidas higiénico-dietéticas

    Realizar ejercicio físico regular
    Mantener un ambiente en el dormitorio apto para dormir en cuanto a luz, temperatura, ruido.
    Evitar sustancias excitantes durante el día y sobretodo antes de dormir
    Mantener horarios regulares tanto para ir a dormir como para levantarse
    Cenar ligero como mínimo dos horas antes de dormir
    Evitar las siestas
    No ir a la cama para conciliar el sueño. Es preferible ir a dormir más tarde cuando se tenga sueño, que esperar en la cama a que entre el sueño. Levantarse si no se consigue dormir.
    Evitar ver la televisión en el dormitorio

Si tras realizar estas medidas, el insomnio se vuelve persistente en cuanto a su duración con afectación diurna secundarias, se puede recurrir a la terapia farmacológica. Entre los fármacos con efecto hipnótico destacan las benzodiacepinas, el clometiazol, el zolpidem y la zoplicona. Su uso no se recomienda más de cuatro semanas, y en cualquier caso su retirada debe ser progresiva hasta su retirada completa por la posibilidad de causar insomnio de rebote ante una retirada brusca.

El uso de fármacos antidepresivos con efectos sedantes se reservará para los casos de insomnio asociado a cuadros depresivos.

En casos de SAOS, el tratamiento de elección es el control del peso, evitar bebidas alcohólicas, evitar el tabaco y el uso de CPAP si es necesario.

La narcolepsia se trata a base de estimulantes del sistema nervioso central junto a terapia conductual. Las parasomnias en la infancia no requieren tratamiento farmacológico. Se debe procurar apoyo familiar y sobretodo la prevención de accidentes durante los episodios.

Antes de tomar cualquier medicamento consultar antes con el médico. Los disponen de un servicio de Orientación Médica gratuita 24 horas al día.

Via mapfre.es

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