Casi el 50% de la población española sufre problemas relacionados con el sueño a causa del estrés profesional y emocional. El doctor Eduard Estivill, médico especialista en sueño, asegura que un buen descanso garantiza un mayor rendimiento en el trabajo.
El 90% de la población necesita dormir 8 horas diarias, a un 5% le basta con 6 horas y el otro 5% restante precisa aumentar este periodo de descanso hasta las 10 horas. El tiempo dedicado a dormir varía en función de lo que cada persona requiere, atendiendo a su edad y a la actividad que realice durante el día.
El sueño se estructura en tres fases: el superficial; el profundo, donde el metabolismo es más activo, se fabrica la hormona del crecimiento y se regeneran las células de la piel; y la fase REM, donde se procesa la actividad realizada durante el día y se consolida en la memoria. Por esta razón, el sueño polifásico no es beneficioso para el organismo. Las horas de sueño perdidas nunca se recuperan, pero sí se acumulan. La falta de sueño se manifiesta por la presencia de irritabilidad, mal humor, falta de concentración, pérdida de memoria y disminución del grado de alerta.
Los expertos afirman que para poder dormir bien es necesaria una preparación previa del sueño, que consiste en desconectar la corteza cerebral -el tejido nervioso que cubre los dos hemisferios cerebrales y que recibe la información de los sentidos- dos horas antes de ir a dormir, evitando actividades que puedan alterar, que proporcionen información negativa o que estén relacionadas con la actividad profesional.
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La alimentación y el sueño son pilares fundamentales del entrenamiento silencioso. Durante el día es recomendable realizar ejercicio moderado y con regularidad. Los deportistas de élite que descansan correctamente tienen menos posibilidades de sufrir lesiones.
Asimismo, es indispensable llevar una dieta sana y equilibrada, moderando la ingesta de bebidas con gas, cafeína y alcohol. Por la noche, la pasta, las verduras y derivados lácteos pueden conformar una cena ideal para el descanso. El entorno y condiciones ambientales también toman protagonismo en el ritual del sueño, la habitación debe estar entre 19 y 23 grados para conseguir un descanso pleno. Aquellos que no consiguen dormir profundamente deben crear una atmósfera con ausencia de luz y ruido. La luz de la habitación debe ser amarilla, y no blanca, ya que ésta impide al cuerpo segregar melatonina, hormona encargada de la regulación del ciclo sueño y vigilia. De hecho, los diseñadores de smartphones o tablets incorporan la opción Night Shift que cambia la luz blanca por amarilla. Y aunque parezca sorprendente dormir en pareja entorpece el sueño; los ronquidos o la diferencia de temperatura de los cuerpos son los culpables.
Las personas con horarios basados en turnos cambiantes tiene más predisposición a sufrir problemas de insomnio. Según Estivill en una conferencia organizada por MEC para altos cargos y directivos, cada 15 años de trabajo en horario nocturno equivale a la pérdida de 5 años en la esperanza de vida. Incluso se atreve a romper un tópico, "ni el cansancio, ni el aburrimiento producen sueño", asegura el doctor, lo único que produce sueño es "tener sueño".
Casi el 90% de la población con problemas de sueño se automedica y termina desarrollando adicción a medicamentos para conciliar el sueño. A excepción de que se padezca insomnio por problemas patológicos, los expertos recomiendan sustancias naturales y plantas medicinales como valeriana o pasiflora.
Via expansion.com
Dormir para rendir más Un buen descanso garantiza un mayor rendimiento en el trabajo.
martes, 11 de octubre de 2016
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