Dormir en el tercer trimestre del embarazo

viernes, 19 de abril de 2013

Los periodos de sueño profundo escasean porque, además de que los calambres y los problemas de acidez pueden continuar, el aumento de tamaño del útero no te deja encontrar una posición cómoda en la cama y presiona tanto tu vejiga que te obliga a levantarte más veces para ir al baño.

Además, la cuenta atrás para el parto ya ha empezado y los nervios y las enormes ganas de ver la carita de tu bebé también te quitarán el sueño.

Qué te impide descansar

Los ronquidos
Aunque no hayas roncado en tu vida, al final de tu embarazo puede que lo hagas: les ocurre casi al 30% de las embarazadas. “Debido a los cambios hormonales, el moco aumenta, se retiene líquido y hay más vascularización.

Esto provoca que las vías respiratorias se estrechen y que sea más difícil el paso del aire, de ahí los ronquidos”, explica la ginecóloga. Esta molestia desaparecerá tras el parto. Sólo hay que preocuparse si el roncar va asociado a la apnea del sueño (interrupciones de la respiración).
Lo llevarás mejor si...

    No fumas ni permaneces en lugares con ambientes cargados.
    Llevas un control estricto del incremento de peso, ya que este síntoma es más frecuente en las embarazadas que han engordado demasiado.
    Controlas la temperatura de tu habitación: ha de ser agradable, sin que haga un calor excesivo.
    Ventilas todos los días la habitación un ratito antes de irte a la cama.

Movimientos fetales
Ya habías notado antes sus pataditas, pero es en esta etapa cuando los movimientos del feto son mucho más potentes y visibles. Los sentirás de forma mucho más intensa cuando estés tranquila e inactiva; es decir, cuando te encuentres tumbada en la cama.

“En algunos casos estos movimientos pueden ser dolorosos para la futura madre, lo que dificultará el descanso, pero debe pensar que constituyen un signo de bienestar fetal”, indica la doctora Martos Cano.
Lo llevarás mejor si...

    Buscas una postura que resulte cómoda para los dos. Ten en cuenta que el niño estará mucho más a gusto (y, por tanto, más tranquilo) si te tumbas sobre tu costado izquierdo que si lo haces boca arriba.
    Te levantas y das un paseo para “mecer” al bebé y hacer que se relaje.

Dificultad para respirar
Muchas embarazadas no consiguen pegar ojo de noche porque tienen problemas para respirar. La disnea suele aparecer en este trimestre debido a que el crecimiento del útero provoca una presión en el diafragma. No obstante, en algunos casos también sucede en el primer trimestre, debido a que los elevados niveles de progesterona pueden llegar a provocar una hiperventilación en la embarazada.
Lo llevarás mejor si...

    Te tumbas de lado con las piernas ligeramente flexionadas.
    Duermes con alguna almohada extra para estar más incorporada.
    Evitas estar en lugares con humo.
    Haces cenas ligeras y das paseos cortos antes de acostarte.

El temor al parto
La cercanía del parto causa inquietud a cualquier embarazada. “¿Tendré un buen parto?” y “¿mi hijo nacerá sano?” son ahora dos de las preguntas recurrentes. Los nervios ante el gran acontecimiento pueden hacer que te mantengas insomne.
Lo llevarás mejor si...

    Acudes a los cursos de preparación al parto. En ellos te indicarán cómo transcurre un parto y de qué forma podrás colaborar para que el tuyo sea lo más sencillo posible. Esta información te dará tranquilidad.
    Haces visualizaciones positivas, imaginándote a tu hijo atravesando el canal del parto sin complicaciones y viviendo esta experiencia juntos. Envíale mensajes mentales o hablados de ánimo y de tranquilidad. Verás cómo te quedas más relajada... y cómo todo sale estupendamente.



Via pequebebes.com

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