Cuáles son las principales fases de los sueños

sábado, 28 de diciembre de 2013

Puede definirse al sueño como ese momento en que el cuerpo se relaja completamente, interrumpe el movimiento y la capacidad sensorial, y recupera la energía gastada durante el día. Es un proceso durante el cual tienen lugar varios cambios físicos y psíquicos que están divididos en unas determinadas fases.

Distinguimos dos grandes etapas del sueño que denominamos “fase de sueño lento” o “NO REM”, y “fase de sueño rápido” o “REM” (en inglés, Rapid Eye Movements, lo que podemos traducir como “Movimientos Oculares Rápidos”). El sueño NO REM se divide, a su vez, en cuatro fases.
Diferencias entre el sueño REM y el sueño NO REM

Primero hay que diferenciar entre el sueño NO REM y el sueño REM. Durante el primero no se producen movimientos oculares, mientras que en el sueño REM los ojos se mueven con rapidez. La velocidad de este movimiento está relacionada con el sueño que estemos teniendo; y es que es durante esta fase cuando se producen la mayoría de nuestros sueños.

Ambas fases se van alternando durante las horas de sueño, aunque la primera fase del sueño en aparecer es la fase NO REM. Se produce poco después de habernos dormido, y comienza con una intensa contracción de los músculos, que se relajarán por completo posteriormente. Además, disminuye la frecuencia cardíaca, baja la temperatura corporal y el cerebro se relaja completamente.

Fases del sueño NO REM

El sueño NO REM está compuesto por cuatro interesantes fases:

Fase I. También llamada fase del sueño ligero, durante la misma aún somos capaces de percibir estímulos auditivos y táctiles. Los músculos se calman y el movimiento ocular es lento, pero nuestro cerebro aún no se relaja lo suficiente como para hacer que el sueño sea reparador.

Fase II. En esta fase, el sueño es algo más profundo que en la anterior. Desaparecen los movimientos oculares y los músculos se relajan un poco más, desconectando casi por completo de nuestro entorno. Ocupa aproximadamente el 50% de nuestro tiempo total de sueño, y se considera parcialmente reparador. Aquí abandonamos el llamado “sueño ligero” para adentrarnos realmente en el verdadero descanso.

Fase III. También denominado Delta, aquí el bloqueo sensorial se intensifica y la musculatura se relaja por completo, haciéndonos caer en un sueño mucho más profundo. En esta fase no soñamos, se reduce la tensión arterial y el ritmo respiratorio.

Fase IV. Es el momento en el que el sueño alcanza una mayor profundidad. La actividad cerebral se ralentiza y el tono muscular es muy reducido. Durante esta etapa no se producen sueños, pero sí pueden aparecer en forma de imágenes sin una línea argumental. Esta fase nos ofrece un sueño reparador esencial para la recuperación física, y sobre todo, psíquica. Es durante la misma cuando se manifiestan alteraciones del sueño como el sonambulismo o el terror nocturno.

Via cosasdemujer.com

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