El estrés y los problemas que causa en el sueño

sábado, 11 de abril de 2015

Es importante entender los estragos que causa el estrés en el sueño.

Sin embargo algunas sugerencias pueden lograr que vuelvas a dormir sin problemas aún y cuando estés bajo estrés.

Aquí estamos, al final de esta serie sobre los factores que interrumpen el sueño y las acciones que puedes tomar para volver a dormir sin inconvenientes.

Puesto que la investigación muestra que 8 de cada 10 personas no duermen bien, es muy probable que uno de nosotros sea afectado por este problema en algún momento u otro de la vida.

Te puedes despertar por un bebé o por que tienes la vejiga llena, un sofoco o dolor, problemas de azúcar en la sangre o ruidos fuera de la habitación, por problemas de tener la melatonina baja o el cortisol elevado.

Independientemente de la causa, el resultado es que no tienes tiempo suficiente para descansar y recuperarte.

Resultado que te deja susceptible a la enfermedad tanto a corto como a largo plazo.

Un estudio del 2007 determinó que 7 de cada 10 adultos en los Estados Unidos llegan a experimentar estrés diario, y el 70% de estas personas, tienen problemas para dormir.

A su vez, el 75% dijo que los problemas para dormir aumentan su estrés y ansiedad.

Esto demuestra que el insomnio es tanto causa como efecto de la tensión acumulada, y así se convierte en un círculo vicioso — más estrés experimentas, tienes menos sueño y menos sueño tienes, más estresado estás.

Hoy vamos a hablar más acerca del estrés, cómo afecta a dormir, y todo lo que puedes hacer, para remediar dicha situación.

Antes de ello, sin embargo, quiero asegurarme de que tienes los enlaces a las otras 12 posibles causas del insomnio que hemos cubierto en esta serie:

1.Sincronización
2. Medio ambiente
3. La necesidad de usar el retrete interrumpe el sueño
4. Los desequilibrio del azúcar en la sangre
5. Los niveles elevados de Cortisol
6. Aumento de peso
7. Inflamación y dolor
8. Sensibilidades alimentarias
9. Desequilibrio en los neurotransmisores
10. Cambios hormonales
11. Los niveles bajos de la melatonina
12. Estrés (esta entrada)
Estrés y sueño

Cuando miramos más de cerca al estrés, se hace evidente que las otras 11 posibles causas de los problemas del sueño son causadas por el estrés, o ellas mismas son causa del estrés, que a su vez interrumpe el sueño.

Permite que te enseñe.

El estrés, por mi interpretación de la definición, es lo que desencadena una respuesta en el cuerpo para intentar mantener el estado óptimo de salud.

Partiendo de esta definición, el estrés incluye grandes y recurrentes tensiones emocionales/psicológicas, así como exigencias físicas y desequilibrios en el cuerpo, como la inflamación, los cambios hormonales y las fluctuaciones de los neurotransmisores.

Por lo tanto, incluye quedarse hasta tarde para estudiar, (estar expuesto a la luz altera los niveles de melatonina), y consumir alimentos que provocan una torbellino de mensajeros inflamatorios por todo el cuerpo.

Son tensiones que tienen el potencial para impedirte dormir.

Simplifico el concepto de estrés porque así es más fácil aceptar que estamos constantemente expuestos a dicho factor.

Y que es una cuestión vital encontrar el balance y tomar las decisiones que beneficien nuestros cuerpos cuando están bajo su efecto.

La hormona principal del estrés en sí misma, el cortisol, tiene el potencial para mantenerte despierto por la noche o hacerte sentir que no puedes levantarte de la cama por la mañana.

Proporciona un ejemplo perfecto de qué debemos fortalecer en nuestros cuerpos mientras está bajo tensión.

Podemos elegir las actividades, que ayudan a llevar nuestros niveles de cortisol a un punto óptimo.

También podemos tomar nutrientes y hierbas que ayuden a nuestras glándulas suprarrenales a producir la cantidad adecuada de cortisol durante todo el día (más en la mañana, reduciendo gradualmente durante todo el día). Puedes leer más acerca del cortisol y el sueño aquí.

¿Qué puedes hacer?

    Evaluar el estrés – ¿qué causa el estrés y cómo afecta tu salud?

    Para evaluar el estrés, no existen herramientas perfectas, en parte debido a que las reacciones a los acontecimientos varían de persona a persona.

    Lo que aflige a una persona, excita y desafía a otra.

    Las investigaciones apoyan cada vez más la idea de que la cantidad de estrés no es lo importante, sino la capacidad del individuo para controlar la situación estresante.

    A menudo, los acontecimientos externos no son la causa de estrés. Cómo percibimos y hacemos frente a situaciones de estrés es el factor determinante.

    La frecuencia cardíaca en reposo, el patrón de respiración y la frecuencia respiratoria, son algunos factores que nos pueden indicar hasta que punto esta afectando el estrés.

    Algunas técnicas meditativas pueden ayudarte a superar el estrés.

    Prueba de los niveles de cortisol, adrenalina y neurotransmisor

    Para obtener estas pruebas, es necesario ver a un médico naturista o funcional que esté familiarizado con las pruebas y sea capaz de ayudarte tanto a interpretar como a abordar los resultados.

    Los niveles de los neurotransmisores en particular, a menudo se pierden pero son clave para entender el problema del sueño.

    Prueba de los niveles hormonales

    Al completar el panel de saliva para el cortisol, también necesitarás comprobar tus niveles de melatonina, así como estrógeno y progesterona o testosterona para ver si están cumpliendo con su papel.

    De esta manera tendrás un panorama completo de cómo estas hormonas influyen en tu sueño.

    Haz algunas pruebas de sangre

    Revisa los niveles sanguíneos de la hormona estimulante de la tiroides, la glucosa, la HbA1c (promedio de azúcar en la sangre), y los niveles de nutrientes como el magnesio (RBC magnesio), hierro (ferritina), ácido fólico (folato RBC), y vitamina B12 (representada como ácido metilmalónico) .

    Las deficiencias de nutrientes y/o azúcar en la sangre o desequilibrios hormonales revelados en los análisis de sangre se pueden tratar para resolver el problema del sueño.
    Estrés

    Prueba de sensibilidad alimentaria: A continuación, hacer un panel de alimentos IgG e IgA si no lo has hecho, averigua si hay algún alimento que está influyendo en tus problemas de sueño.

    Armar el rompecabezas

    Tu médico es capaz de ayudarte a priorizar e identificar tus primeros pasos.

    Resulta tentador hacer muchos cambios a la vez, pero puede ser demasiado abrumador, especialmente si no te sientes bien.

    Así que mantén el escenario total en mente, para ir integrando la información poco a poco hasta que todo este sonando como una sinfonía, en ese momento, tu salud ira en vía de recuperación.

    En otras palabras, vas a comenzar a dormir a pierna suelta.

    No te rindas: Si un nutriente o los resultados de un examen no son los que esperabas, no te rindas y sigue adelante.

    Ser duro contigo mismo y no seguir intentando sólo te mantendrá estancado donde estás.

    Las personas que aprenden de los fracasos son los que logran sus objetivos lo antes posible.

    Presta atención a tu cuerpo: Se consciente de tu cuerpo.

    Aprende cómo el estrés afecta y lo que funciona para ayudar a mantenerlo en equilibrio con el estrés.

    Dormir bien es una de las mejores cosas que podemos hacer para ayudar a nuestros cuerpos frente al estrés diario.

    Esa es la razón por la cual es imprescindible identificar que está impidiendo que disfrutes del sueño óptimo.

Últimas recomendaciones

Al entender el estrés y cómo afecta tu sueño, estarás en camino para dormir mejor.

Tomar medidas sencillas cada día con la intención de irte a la cama en su mejor momento para dormir y despertar descansado.

Aquí están algunas ideas para ello:

    Determina una hora fija para acostarte y haz una lista de las actividades que te impidan hacerlo a esa hora.

    ¿Pueden esas actividades hacerse en una hora diferente del día?

    ¿Tu dormitorio es ideal para dormir? ¿Es limpio, ordenado, oscuro, fresco y tranquilo?

    Si tu cena incluye proteínas, carbohidratos y grasas, trata de cenar al menos dos horas antes de acostarte.

    De esta manera tendrás tiempo para hacer la digestión antes de acostarte, y evitaras fluctuaciones en los niveles del azúcar en la sangre que podrían despertarte.

    Evita los alimentos que interrumpen el sueño incluidos el azúcar, cafeína, alcohol, y cualquier alimento que te causa inflamación (gluten y lácteos, por ejemplo).

    Toma suplementos, ya sea para bajar el cortisol elevado o los altos niveles de glutamato, o bien subir la melatonina o la serotonina.

Al seguir estos pasos, podrás minimizar el estrés en tu cuerpo y tu mente, lo que te permitirá lograr el sueño restaurador que tanto tú como tu cuerpo desean y necesitan.

Via http://temassobresalud.com/estres-sueno/

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