Cómo elegir la almohada más adecuada

domingo, 24 de enero de 2016
La almohada juega un papel importante en nuestro sueño diario. La comodidad que nos reporta facilita el sueño y favorece un mejor descanso. Por eso, a la hora de tener que hacerte con una, escoge sin prisas y ten en cuenta la forma en la que descansas. Sigue estos consejos para elegir la almohada más adecuada para ti y garantízate el sueño más dulce.

Tener un sueño reparador es fundamental para cuidar la salud. Si tienes dolor de espalda o tensión en el cuello durante la noche o al levantarte, es posible que tu almohada no esté siendo una buena aliada durante tus horas de descanso.


Al igual que ocurre con el colchón, usar una almohada adecuada es muy importante para prevenir la aparición de patologías por una postura inadecuada de cabeza, columna y hombros. Además, hay diferentes estudios que apuntan que el ser humano pasa un tercio de su vida reposando sobre este soporte.

Entonces, ¿por qué le prestamos menor atención a la elección de la almohada?

Desde el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España (CGCFE) destacan que la elección de la almohada debe adaptarse a la morfología de cada individuo con el objetivo de lograr un mejor descanso y evitar lesiones y otros problemas de salud. Teniendo en cuenta que “no existe una almohada perfecta”, recuerdan que la forma de dormir es el principal aspecto que debe condicionar la elección de una u otra.

Las almohadas de altura media (entre 10 y 13 centímetros) se recomiendan a aquellos que duermen sobre la espalda. Su longitud, en estos casos, debe superar la del ancho de hombros, con una dureza media.

Las almohadas altas (hasta 15 centímetros) son para los que optan por dormir de lado, con la dureza suficiente para que la cabeza permanezca alineada con el tronco.

En cambio, almohadas bajas (entre 8 y 10 centímetros) son más apropiadas para quienes duermen boca abajo y es preferible que presenten poca consistencia.

Elijas la que elijas, hay que recordar que la duración de una almohada suele ser de unos dos o tres años, dependiendo del uso y del número de lavados. A partir de ese momento, empiezan a perder sus características iniciales y pierden su potencial para cuidar la salud.

Y un último consejo para elegir la almohada más adecuada para parejas: cuando se duerme en compañía, cada uno debería usar una almohada personalizada; en especial, si existe una diferencia importante de estatura o peso.

Via seguros.elcorteingles.es

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