Dos razones para dormir bien

viernes, 31 de mayo de 2013
El descansar es un elemento que muchos suelen dar por sentado y no se preocupan por el mismo, sin embargo, es fundamental que cuidemos de descansar correctamente ya que esto influye directamente sobre la salud de nuestro cuerpo. Por eso, hoy queremos contarte sobre dos razones por las que deberías preocuparte por dormir bien, ¡presta mucha atención!

El descanso es el momento en el que nuestro cuerpo se repara, está demostrado que quienes duermen menos de 6 o 7 horas cada noche, se incrementan de forma considerable los riesgos de sufrir enfermedades. Hoy resaltamos solamente dos de los beneficios del buen descanso, uno de ellos es que nos ayuda a mantener nuestro corazón sano.


Debemos tener en cuenta que los ataques al corazón y derrames cerebrales son más comunes durante las primeras horas de la mañana, esto se debe a la forma en que el sueño interactúa con los vasos sanguíneos, la falta de sueño hace que nuestra presión arterial empeore, así como un aumento del colesterol. Nuestro corazón será más saludable si dormimos entre 7 y 9 horas de sueño cada noche.

En segundo lugar, el buen descanso también disminuye el riesgo de contraer cáncer, especialmente de mama y colon. Esto se cree se debe a los diferentes niveles de melatonina en personas que están expuestas a la luz por la noche, esta última disminuye la cantidad de melatonina que poseemos, la cual parece suprimir el crecimiento de tumores.

Estas son sin duda dos buenas razones por las cuales deberíamos comenzar a descansar mejor. Estos eran los consejos que teníamos para compartir, esperamos que los mismos te sean de gran ayuda, ¡suerte!

Via blognutricion.com

Sueño del recien nacido, habitos y recomendaciones

jueves, 30 de mayo de 2013
Sueño: hábitos y recomendaciones

El sueño en el bebé es un tema que puede traer de cabeza a los padres. De hecho, es una de las peticiones de ayuda y consejo más frecuentes de los padres en la consulta del pediatra. Los problemas del sueño se pueden manifestar de múltiples formas y producirse a cualquier edad; desde el bebé que llora toda la noche, hasta el niño de dos años que retrasa la hora de irse a dormir, pasando por el preescolar que tiene terrores nocturnos y acaba en la cama de los padres.

LO QUE DEBES SABER

    No adquirir unos buenos hábitos de descanso provoca irritabilidad en los padres y. Malestar y falta de apetito en el niño.

    Cuando se modifica la manera de dormir es importante revisar qué ha ocurrido en los últimos días para detectar qué situación diferente o nueva ha podido perturbar el sueño del bebé.

    Antes de pensar que el niño tiene un problema deben descartarse situaciones como la temperatura de la habitación, los ruidos, la luz o la oscuridad, el pijama... que pueden perturbar el sueño del niño.

¿Qué altera el sueño del bebé? Detectar el motivo

Si los hijos no adquieren unos buenos hábitos de descanso, los padres acaban resintiéndose. Semanas, meses o años sin dormir bien desgasta, nos vuelve más irritables y la más sencilla de las tareas se nos hace cuesta arriba. Por su parte, el niño que no duerme y no descansa lo suficiente lo puede pasar mal, tener falta de apetito y mayor irritabilidad.

El sueño puede estar perturbado por diversas situaciones: el nacimiento de un hermanito, la vuelta al trabajo de mamá, los cambios de casa, las vacaciones, el inicio de la guardería o problemas familiares. Cada niño es un mundo y la manera de vivir los cambios vitales en determinados niños puede causar alteraciones del sueño.

En otros casos, el problema del sueño es la falta de rutinas. Cuando un bebé o niño modifica su manera de dormir es importante poder revisar lo que ha ocurrido durante los últimos días, para ver si se ha producido alguna situación diferente o nueva que haya podido producir el cambio. Todo es reversible si nos damos cuenta a tiempo.
No todos son problemas de sueño…

Antes de pensar que el niño tiene un problema se deberían descartar ciertas situaciones que pueden perturbar el sueño en el niño:

    Temperatura de la habitación: es importante valorar, de manera objetiva, si el niño pasa frío o calor durante la noche. La habitación debe estar a una temperatura confortable y se debe tapar al niño de manera adecuada al clima. Debes asegurarte de que no existan corrientes de aire en su habitación, en especial durante el invierno, ya que esto los despierta. Asegúrate siempre de que esté bien tapado, aunque en muchas ocasiones, con el fin de evitar que cojan frío, se les abriga demasiado y esto también contribuye a que el bebé se sienta incómodo. Puedes darte cuenta de si el bebé tiene calor porque su cara y el cuello pueden estar enrojecidos. Para asegurarte, coloca tu mano sobre su pecho. Al tacto, el bebé tiene que estar tibio y no caliente ni pegajoso. Si el bebé está muy caliente, quítale el exceso de abrigo y refréscalo abriendo sus prendas.

    Ruidos: los ruidos repentinos o constantes pueden ser las causas que perturban el sueño del bebé.

    Luz y oscuridad: la luz puede ser un problema para los bebés que se despiertan temprano o a los que les cuesta conciliar el sueño. Las primeras luces del amanecer, las luces de la calle o del televisor son las causas más frecuentes. Para solucionar el problema puedes poner cortinas que no permitan el paso de la luz en absoluto. La oscuridad, por el contrario, también puede incomodar a muchos bebés, ya que al despertarse por la noche no se sienten seguros. Para estos casos puedes utilizar una luz suave que se coloca en algún enchufe de la habitación.

    La cuna: es posible que el bebé no se sienta cómodo en su cuna o moisés. Algunos se mueven mucho mientras duermen y al hacerlo se golpean contra los bordes de la cuna y eso les despierta. Puede solucionarse colocando protectores en los barrotes.

    El pijama: debe ser cómodo, sin corchetes o cremalleras que molesten ni perneras demasiado amplias que hacen que las piernecitas del bebé se pierdan en el pijama. Las etiquetas, los materiales sintéticos, las costuras y las medias apretadas pueden provocarle molestias que le impiden dormir correctamente. Debes chequear que su piel no tenga marcas rojizas por el rozamiento de su ropa y que el tamaño de su ropa sea el adecuado.

    Pañales: hay bebés a los que les molesta mucho el pañal mojado y se despiertan. En estos casos, el pañal se resuelve el problema.

    Hambre: el niño mayor  de seis meses puede quedarse con hambre por la tarde-noche si solo toma leche. Es aconsejable si se despierta para comer muchas veces que se le de una cena un poco más consistente, según las directrices del pediatra.

    Obstrucción nasal: muchos bebés padecen aumento de la mucosidad nasal que obstruye el paso del aire al respirar. Si éste es el caso, el sueño mejora realizando un lavado nasal antes de ir a dormir.
    La dentición: algunos bebés pueden  tener molestias, por lo que si es así, el pediatra puede recetar algún remedio que lo alivie.

    Cólicos: son bastante frecuentes durante los tres primeros meses de vida del bebé. Para aliviarlos cógelo en brazos, acúnalo con postura anticólico (colócale boca abajo con tu mano en su barriguita), dale el pecho o un pequeño paseo en carrito.

    Enfermedad: los niños con problemas respiratorios (bronquitis, catarro, otitis…), de la piel (dermatitis atópica, urticaria…) u otros pueden dormir mal por las molestias que se derivan. Una vez pase la enfermedad, mejorará el sueño.

El sueño, una necesidad vital

El sueño es una necesidad vital y, como tal, cada bebé es un mundo. Hay lactantes que apenas necesitan siestas durante el día y escasas nueve horas por la noche y, bebés más dormilones. Lo importante es respetar el ritmo del bebé intentando instaurar una serie de rutinas que le faciliten el descanso. Se puede saber si un bebé duerme lo suficiente; si el descanso no ha sido suficiente el bebé estará irritable, bostezando y cansado; no podrá disfrutar de las actividades normales para su edad: escuchar un cuento o jugar.

El recién nacido, debido a que come con mucha frecuencia el sueño es interrumpido por la necesidad de alimentarse. No distingue el día y la noche.

A partir de los tres o cuatro meses se reducen el número de tomas nocturnas, pasa más tiempo despierto durante el día y se reducen las horas de sueño. A partir de los cinco meses la mayoría de los bebés duermen unas ocho horas seguidas por la noche.
Dormir solo o acompañado

    El ritmo: es importante desde el primer día ayudar al bebé a distinguir el día de la noche. Durante el día hay luz, juegos, canciones y duerme con los ruidos habituales de la rutina diaria; en cambio por la noche la luz es ténue y no hay juegos ni mucho movimiento. Si por la noche se despierta para comer se le ofrece el pecho o biberón encendiendo pocas luces, hablando bajito y lo imprescindible.

    La rutina: a los bebés les encanta saber lo qué va a pasar. Anticiparse a las diferentes actividades del día les infunde muchísima seguridad. El sueño y el descanso también deben ser una rutina. Ponerlo a dormir las siestas aproximadamente a las mismas horas: después del paseo, después de comer… y establecer una rutina diaria para irse a dormir por la noche, le ayuda al bebé a prepararse para esta actividad tan importante para su buen desarrollo. Si cada noche antes de irse a dormir se siguen los mismos pasos: baño, cena y canción de cuna (o cuento) los niños estarán más dispuestos a conciliar el sueño.

El baño es una excelente oportunidad para relajar al bebé antes de dormir. Es importante dedicar un ratito al niño para realizar una actividad tranquila antes de acostarlo: cuento, reflexionar sobre lo que ha hecho durante el día, cantar una nana o escuchar música tranquila. Después un beso y un abrazo con un "buenas noches" como despedida hasta el día siguiente.

Muchos niños necesitan un chupete o muñeco para estar más tranquilos a la hora de dormir. Hay que intentar que el bebé concilie el sueño por sí mismo en su cuna o cama. Esto en muchas ocasiones es muy complicado; con el tiempo y la rutina se conseguirá. No debemos hacer de la hora de ir a dormir un momento de lucha ni disgusto para el niño. Se aconseja que durante el día se siga un mismo horario y que se acueste a los niños entre las 19 y las 21 horas. Esto puede ser un poco más flexible en verano porque el día es más largo.

    La siesta: los niños pequeños gastan muchísima energía y es muy normal que necesiten dormir algún ratito durante el día. Normalmente el bebé realiza una siesta por la mañana y otra por la tarde a partir de los cuatro o cinco meses. A medida que el niño crece, necesitará menos número de siestas y se puede empezar a plantear acortarlas o suprimir una de ellas. Primero se elimina la de la mañana. El signo clave que nos hace pensar que ya podemos suprimirla es la dificultad en la conciliación del sueño a la hora habitual de la siesta o por la noche. Hasta los tres o cuatro años muchos niños necesitan realizar una siesta al mediodía después de comer.

    Despertares nocturnos: lo más habitual es que los bebés no duerman de un tirón, sobre todo durante los primeros meses de vida. En los primeros meses es normal que se despierten para comer ya que no tienen reservas suficientes de glucosa. En algunas ocasiones se pueden despertar sin llorar y, por ellos mismos, volver a conciliar el sueño. Lo más frecuente es que lloren porque echen de menos a mamá o papá. Se les debe atender siempre y tranquilizarlos; puede que tan sólo con la presencia de los padres y una caricia se tranquilice el bebé, o bien necesitar que los cojan en brazos unos minutos para que dejen de llorar y volver a la cuna. Cuando el bebé o niño está enfermo se puede despertar más por la noche o requerir más a menudo la presencia de los padres.

    Dormir solo o acompañado: durante los cuatro primeros meses de vida, cuando el lactante se despierta más por la noche para tomar el pecho o el biberón se puede optar por poner la cuna en la habitación de los padres. Cada familia decide cómo será la crianza de su bebé. Se recomienda que duerma en su propia habitación a partir de los cuatro o cinco meses. El dormir con los padres en la cama debe ser una excepción. El paso del moisés a la cuna puede ser un buen momento para el cambio de habitación.

    La cuna: el bebé debe dormir en una cuna con la separación entre barrotes homologada para que no pueda pasar la cabeza entre ellos. Cuando empieza a moverse más se debe colocar un protector alrededor de los barrotes para que no se haga daño. Durante el primer año de vida no se recomienda el uso de edredones ni cojines. No se debe sobreabrigar al bebé en exceso. La temperatura ideal de la habitación debe estar alrededor de los 21 o 24º C.

Via mapfre.com

Dormir demasiado no es bueno

miércoles, 29 de mayo de 2013

‘Todos los estudios e investigaciones han demostrado que dormir una media de ocho horas diarias es muy recomendable para mantener una buena salud, pero, ¿qué sucede cuando dedicamos mucho más tiempo a dormir?.

El cuerpo necesita descansar después de todo un día de actividad. El sueño es la mejor forma de hacerlo, ya que con ello propiciamos un relax absoluto en el que nuestros músculos se quedan relajados sin apenas actividad. Es en este momento cuando el organismo se recupera del esfuerzo llevado a cabo a lo largo de la jornada. Mantener un correcto equilibrio en las horas que destinamos a dormir es fundamental para conseguir una buena salud.

Todos sabemos que dormir de siete a ocho horas diarias es lo conveniente, ya que durante este tiempo el cuerpo se recuperará de todo el esfuerzo llevado a cabo durante el día. Por la noche los músculos se relajan y la actividad cardiaca disminuye al máximo, por lo que es el momento en el que el corazón descansará de la actividad cotidiana. Esto es lo que hace que mantener las horas de sueño sea una buena forma de evitar las enfermedades cardiovasculares. Además de controlar el apetito y regular el peso corporal. Pero todo es bueno en su justa medida, ya que dormir demasiadas horas también puede pasar factura.’

Un descanso reparador nocturno se consigue durmiendo en el colchón de alta gama q más se adapte a la persona. Hay diversos tipos de materiales. Según la constitución física y las preferencia de firmeza será más recomendable un colchón u otro. Destacamos marcas como Flex o Pikolin.

‘Muchas son las personas que dedican más de ocho horas al sueño. Dormir demasiado hace que nuestro cuerpo se relaje en exceso, y es que los biorritmos bajan y la velocidad metabólica también. Nuestro organismo se vuelve más lento, y cada vez nos sentiremos más cansados y con menos ganas de afrontar el día a día. Esto es lo que se conoce como sensación de letargo, ya que nuestras acciones se ralentizan debido a la prolongación del tiempo en el que el organismo apenas tiene actividad.

Dormir demasiadas horas minimizará nuestra capacidad de respuesta a lo largo del día. Como hemos dicho anteriormente, el sueño hace que nuestra circulación y actividad cardiaca se ralenticen. Si prolongamos las horas de sueño, alargamos esta actividad, lo que conlleva una menor capacidad de respuesta ya que nuestra circulación es más lenta y por lo tanto la cantidad de sangre que recibimos es menor. Esta situación hace que nos sintamos decaídos y tengamos una sensación de cansancio perpetuo, ya que nuestro cuerpo apenas se ha repuesto de tanto tiempo de sueño.

Es importante que sepamos controlar las horas que dedicamos a dormir, en ningún caso debemos excedernos, ya que todo tiene su justa medida y de nada nos sirve dormir demasiado, pues no es mejor para la salud, sino que nos afectará más de lo que pensamos en nuestro día a día. Ninguna de las dos posturas es la adecuada, sino que es correcto dormir las horas justas para conseguir un perfecto descanso para funcionar correctamente a lo largo del día.

Via 
www.icolchones.com

El sueño del recién nacido

martes, 28 de mayo de 2013

Un bebé duerme muchísimo, y ello es esencial para su salud. Durante el primer mes, su sueño entrecortado perturba el de los padres, pero no hay más remedio que adaptarse. Más adelante, de manera progresiva, entre el primer y el cuarto mes, ya es capaz de dormir más tiempo durante la noche y menos durante el día.

El bebé crece mientras duerme

Los períodos de vigilia de un recién nacido son breves, pero muy intensos, dado que todo, sin excepción, es nuevo para él. Ahora se alimenta y respira solo; además, del exterior le llega incontable información visual, sonora, táctil, afectiva… A cada instante aprende y crece, y se recupera de todos estos esfuerzos durmiendo. Pero el sueño no aporta tan sólo reposo al bebé, sino que también es un factor esencial de su desarrollo físico y mental. Cuando el bebé duerme, su cuerpo segrega una hormona del crecimiento. Los circuitos neuronales (nerviosos) también se forman en ese momento, y sus primeras experiencias se inscriben en él. En suma, el sueño es indispensable para él. Así, durante los primeros días, la gran mayoría de los neonatos necesita dormir entre 20 y 23 horas al día; más adelante, de 16 a 20 horas, hasta la edad de un mes, y finalmente, de 16 a 18 horas entre el primer y el cuarto mes.

Un ritmo guiado por el apetito

El recién nacido se despierta a menudo, entre otras cosas porque tiene hambre. Hasta que no alcance un peso suficiente, las tomas deben ser poco espaciadas.
Paulatinamente, su organismo podrá aceptar ingestas menos frecuentes. En general, hacia los 4 meses el bebé duerme de noche y come por lo menos cuatro veces al día.

Pero esta evolución seguirá el ritmo de tu bebé, no puedes imponérselo, sino que se producirá por sí solo. Únicamente puedes favorecerlo respetando dos consejos: no le des de comer cada vez que llora un poco y no le despiertes nunca para darle de comer.
El primer mes Al principio, el recién nacido raramente duerme más de tres horas seguidas. Y cuando se despierta tiene hambre, tanto de día como de noche. A esta edad, necesita comer entre seis y ocho veces al día. Es él quien determinará el número de tomas. Sin embargo, deja que pasen por lo menos dos horas entre cada comida, el tiempo necesario para que digiera bien la leche de la última toma. Si llora antes de hora, procura calmarle sin darle de comer.

De 1 a 4 meses Poco a poco, el bebé será capaz de dormir durante más tiempo sin despertarse, y el número de comidas disminuirá. Algunos niños no duermen una noche seguida hasta los 6 meses o incluso 1 año, mientras que otros ya duermen entre 6 u 8 horas seguidas cuando salen de la maternidad. Eso depende mucho más del bebé que de la actitud de los padres. Los pediatras consideran que cuando tiene un peso de 5 o 6 kilos, el bebé cuenta con reservas suficientes para pasar sin una toma o un biberón toda la noche.
Pero en la práctica, eso varía mucho de un niño a otro, independientemente del peso y la edad.

Distinguir el día y la noche

No puedes esperar que tu bebé sea capaz de distinguir entre el día y la noche antes del primer mes. A partir de entonces, empieza a diferenciarlos progresivamente; duerme más de noche y menos de día. Hacia los 4 meses, este aprendizaje ya suele haber terminado.
Ambientes distintos Es posible diferenciar muy pronto las tomas del día de las de la noche rodeándolas de ritos distintos. De día, el bebé es estimulado por los ruidos cotidianos y el sonido de las voces. De noche todo está más calmado. Para evocar este ambiente, puedes encender una luz tenue, no intentes hacerle sonreír y procura que vuelva a dormirse en cuanto haya eructado.

Primeros rituales para irse a dormir Cuando el bebé empieza a dormir más horas durante la noche, también puedes instaurar ciertos ritos después de la última toma del día. Por ejemplo, después de cambiarle, ponle la ropa de dormir, acuéstale, dile «buenas noches», cierra las cortinas y apaga la luz, y poco a poco entenderá la diferencia entre el día y la noche.

Los seis estados de vigilia del recién nacido

Del sueño a la vigilia, el recién nacido puede encontrarse en uno de los seis «estados de vigilia» siguientes.

Sueño tranquilo profundo (estadio 1): duerme profundamente, sin la menor agitación visible, pero sus músculos están tónicos. Durante esta fase es cuando se segrega la
hormona del crecimiento.

Sueño activo paradójico (estadio 2): su rostro es expresivo, tiene los párpados entreabiertos, mueve los pies o las manos y su respiración es irregular. Parece que va a despertarse en cualquier momento.

Adormecimiento (estadio 3): está en un estado provisional de semi-somnolencia. Si lo tomas en brazos o le hablas en ese momento, puede despertar.

Despierto tranquilo (estadio 4): está tranquilo, atento a su entorno; se mueve poco, pero es capaz de «responder» imitando una sonrisa o un gesto.
Despierto activo (estadio 5): mueve brazos y piernas y parece que puede ponerse nervioso fácilmente.

Despierto agitado (estadio 6): se pone nervioso, llora y, pese a tus esfuerzos, no consigues calmarle. Durante las primeras semanas, estas fases en que está despierto y agitado son más frecuentes y más largas que las de vigilia o de sueño tranquilo; más adelante se van reduciendo, para desaparecer hacia el tercer mes.

Un marco propicio

Ante todo, un clima afectivo sereno es lo que más favorece el sueño del bebé. Pero también encuentra una sensación de seguridad en los objetos familiares que le rodean.
Disponer de una habitación o de un espacio reservado a sus horas de sueño también le ayudará gradualmente a dormirse sin ti.

¿Dormir con él? De vez en cuando, quizás tengas ganas de dejar que tu bebé duerma contigo, en tu cama. Sin embargo, es mejor que eso no se convierta en un hábito, sobre todo después de los 3 meses. Tu bebé necesita una habitación o un espacio para él. Si lo tienes siempre contigo, si oye siempre hasta el menor de tus movimientos, le resultará más difícil organizar el sueño por sí mismo. El bebé se pasa mucho tiempo durmiendo, y la preciosa canastilla pronto se queda pequeña. Dentro de su cama o de su cuna ya puedes disponer algunos elementos que para él se convertirán en un universo familiar y divertido, pero sin abusar, ya que un exceso de móviles, peluches o sonajeros podría estimularle demasiado y, por lo tanto, ponerle nervioso.

Para ayudarle a dormir

Pasadas las primeras semanas, en general el bebé se duerme mejor justo después de eructar. A menudo es el momento de los mimos. Ya sea tendido sobre ti, o acurrucado en brazos del padre, encuentra las voces, los olores y los gestos que le tranquilizan.
Hay que diferenciar bien los momentos de contacto y de juegos de aquellos otros propicios para el sueño. Para que se duerma, no Hay que hablarle ni llamar su atención, sino permanecer en silencio. A veces, el bebé se duerme en tus brazos.

En la medida de lo posible, evita que eso suceda sistemáticamente. Es mejor que el bebé aprenda también a dormirse solo. Una vez en la cuna, si llora un poco, ponle la mano encima para calmarle susurrando unas palabras o una canción. Quizás acabe por dormirse, pero intenta no volver a tomarlo en brazos enseguida. Por supuesto,
asegúrate de que nada le molesta, de que no tiene calor y de que está limpio. Todos estos consejos se aplican aún con mayor motivo por la noche.

¡Ni somníferos ni jarabes! No existen medicamentos adaptados para hacer dormir a un bebé. Los somníferos pueden afectar al desarrollo de su cerebro, en plena maduración. Y los jarabes, que contienen antihistamínicos (contra las manifestaciones alérgicas) o neurolépticos y benzodiacepinas (tranquilizantes), tampoco convienen a los bebés.

Respetar su sueño

Cuando el bebé duerme, necesita tranquilidad. Los pequeños ruidos no le molestan, pero un aspirador o un portazo sin duda le despertarán. A veces, los padres perturban el sueño del bebé al querer hacerlo demasiado bien o debido a la ansiedad. Se acercan con frecuencia a la cuna para comprobar que está bien y, sin querer, despiertan al niño y perturban sus ritmos.

No hay que confundir el estar despierto con el sueño paradójico A veces, con la falta de experiencia, se puede confundir el sueño activo paradójico con un estado de vigilia : el niño parece agitado, abre los ojos, sonríe o lloriquea estando dormido. Pero si lo tomas en brazos en ese momento, le costará mucho volver a dormirse. Es mejor que esperes a que despierte del todo. Pronto sabrás diferenciarlo.

Un bebé bien despierto muestra dos actitudes posibles: o bien está tranquilo, y por ejemplo te mira con los ojos bien abiertos, o bien llora de forma enérgica.

Frente al llanto nocturno

Cuando aún es muy pequeño, antes del primer mes, tu bebé tiene una gran necesidad de que le tranquilices, y tus brazos a veces son la única manera de calmarle. Pero cuando crece, a partir de los 3 meses aproximadamente, enséñale que la noche está hecha para dormir. Y si llora después de comer y de cambiarle, tranquilízale con tu voz y explícale que es hora de dormir (los bebés entienden muy bien lo que se les dice, nunca les hablamos bastante). Si esto falla, siempre puedes tomarle en brazos. Y si, pese a todo, le ofreces la posibilidad de volver a dormirse de vez en cuando sin tu intervención, le ayudarás a conquistar poco a poco su autonomía.

La «crisis» del final del día

Entre la segunda y la décima semanas, con un pico hacia la sexta semana, a menudo entre las 17 y las 23 horas, el bebé se pone a llorar y hasta se retuerce, dando las primeras señales de un intenso malestar. Sin embargo, está limpio, ha bebido y no tiene calor… Es la «ansiedad del anochecer» (los pediatras hablan de «disritmia de la noche»). Este estado frecuente y pasajero corresponde a una fase de vigilia agitada que
desaparece hacia los 3 meses. Tu bebé, que no tiene otra manera de descargar la tensión acumulada durante el día, se «desahoga». Ello forma parte de su adaptación a los ritmos del día y de la noche. Cuando estas crisis de llanto duran más de dos horas, lo cual no es imposible, tus nervios y los del padre se ven sometidos a una dura prueba. Hay que esforzarse por mantener la calma, si no el bebé notará la ansiedad y gritará aún más. Se le puede consolar acunándole, en un ambiente de luz tenue, pero sin hablarle. Y si no se calma, hay que tranquilizarse, porque por mucho amor que reciba puede sentirse desconsolado.

Posibles errores de interpretación Los dolores abdominales que aparecen de forma más irregular durante el día no bastan para explicar por qué llora de noche. Otro error sería interpretar que llora porque tiene hambre. No intentes dar de comer al bebé para calmarle. Procura mantener la sangre fría y rodéale de un ambiente en calma hasta que encuentre su ritmo.

Via bebe.doctissimo.es

La importancia de la música como relajante antes de dormir

lunes, 27 de mayo de 2013
Ya en tiempos de la antigua Grecia, Platón solía recetar música para aliviar situaciones de angustia, y decía que “el regalo de la música lo había recibido el hombre, no para danzar y bailar, sino para calmar el alma”.

De alguna forma, la música ejerce una poderosa influencia en el cuerpo y en la mente de quien la oye porque, al igual que la palabra es la materialización de los pensamientos, la música lo es de los estados de ánimo.

La música logra transmitir de manera inmediata todo un cúmulo de sensaciones (miedo, alegría, sentimientos profundos). La música también permite canalizar todos esos sentimientos, y hacer que las personas alivien sus penas o incrementen sus alegrías, en función de los casos.

La música es de vital importancia, no sólo por su belleza, sino también porque es una forma de comunicación que puede ser disfrutada tanto social como individualmente. Gracias a la música uno puede comunicarse con otras personas, y también consigo mismo.


Beneficios de la música a nivel vibracional

Expertos en musicoterapia aseguran que la técnica de las vibraciones acústicas sobre el organismo ayuda a las personas sordas a la hora de percibir cierto tipo de sensaciones, por lo que se ha revelado como una estupenda herramienta de sanación.

Actualmente, también se utilizan mucho los cuencos cantores de los lamas tibetanos y los de cuarzo para reequilibrar el sistema inmunológico. La música hace resonar positivamente el cuerpo, ayudando a restablecer el equilibrio armónico, e induciendo emociones placenteras muy favorables a la hora de alcanzar ese bienestar tan anhelado a la hora de descansar y de dormir con un sueño reparador.

Uno de los usos cotidianos más difundidos de la música es la regulación de los estados de ánimo. Solemos utilizar piezas musicales para calmarnos en medio de estados de excitación producidos por el estrés. La música puede ayudar a deshacer bloqueos emocionales concretos y resolver conflictos.

Descansar no sólo significa irnos a dormir cuando se acaba el día. También descansamos cuando nos relajamos, eliminamos presiones y disfrutamos de actividades lúdicas o recreativas como leer un buen libro o escuchar una música que nos proporcione ese ansiado estado de tranquilidad que nos ayuda a sosegarnos.

Música para dormir bien

Escuchar música antes de dormirnos nos ayudará a sentirnos mejor, y también a tomar contacto con partes de nuestro cuerpo que, de otra manera, pasarían desapercibidas. Es importante que seamos conscientes de que el descanso y la relajación resultan muy necesarios no sólo para evitarnos enfermedades, sino también para mejorar nuestro grado de atención, eficiencia y rendimiento.

Para escuchar música, intenta adopar una postura cómoda: sentado con la espalda recta o tumbado. Luego, cierra los ojos. Respira suavemente hasta que el ritmo sea el adecuado. Después, podrás sentir el sonido en tu interior. Crea mentalmente una imagen y proyéctala hacia el exterior. Es importante visualizar las notas musicales, y sentir su energía, para dejarte envolver por ellas, para dejarte llevar. Te sentirás sereno y disfrutarás del momento.

En la actualidad, la musicoterapia ha alcanzado, junto con otras técnicas de sonido, altas cotas de respuesta clínica. ¡Por algo será! La relajación física es necesaria para nuestro cuerpo, ya que regenera, equilibra y estabiliza nuestros sistema energético, nervioso y mental. Si os cuesta conciliar el sueño, probar a escuchar un poco de música relajante antes de meteros en la cama. ¡Ya nos diréis que tal os ha ido!

Via vitonica.com

Cómo la tecnología está acabando con nuestro sueño y dañando nuestra salud

viernes, 24 de mayo de 2013
Un tercio de la población española padece problemas relacionados con el sueño. Duerme menos de lo que debería, lo que supone un factor de riesgo que precipita la aparición de enfermedades neurológicas, cardiovasculares, diabetes u obesidad. No en vano, dormir menos de cinco horas aumenta en un 15% el riesgo de muerte prematura respecto a la gente que duerme correctamente.Y lo hace mucha más gente de lo que parece. En Reino Unido un estudio demostró que al menos el 5% de la población dormía por debajo de este tiempo.

Se ha hablado largo y tendido de las razones por las que dormimos cada vez menos. Solemos culpar a nuestras extenuantes jornadas laborales, al estrés o a la cafeína, pero según el doctor Charles Czeisler, profesor de la Escuela de Medicina de Harvard y uno de los mayores especialistas mundiales en la medicina del sueño, solemos dar poca importancia a la principal fuente de nuestras noches en vela: la luz eléctrica. “Sin ella”, ha explicado el doctor en un contundente artículo publicado ayer en la revista científica Nature, “muy poca gente tomaría cafeína para estar despierta por la noche”.
“La luz”, asegura Czeisler, “afecta a nuestros ritmos circadianos con más fuerza que cualquier droga”. Tal como explica el profesor, el punto álgido de nuestra energía diurna no se produce al comienzo de la jornada, sino casi al final de nuestro tiempo de vigilia habitual. Nuestros antepasados experimentaban este punto álgido a mediados de la tarde, algo que les permitía aguantar con energía las últimas horas de luz. Ahora, debido a que seguimos expuestos a la luz tras la puesta de sol, el núcleo supraquiasmático, la parte del cerebro que regula nuestros ritmos circadianos, se confunde, retrasando la segregación de melatonina, la hormona que nos ayuda a conciliar el sueño. Esto hace que muchas personas sigan viendo la tele, jugando a la consola, o leyendo los correos del ordenador a media noche, sin tener ni idea de que están destrozando su ciclo de sueño.

Un gravísimo problema de salud pública

El aumento del consumo de luz, que en los últimos 50 años se ha cuadriplicado, y la presencia de esta en un mayor número de dispositivos, ha sido paralelo al aumento de la deficiencia de sueño.

En Estados Unidos el 30% de los trabajadores adultos duerme menos de seis horas, un tiempo de descanso que numerosos estudios han demostrado insuficiente, y peligroso para la salud. La deficiencia de sueño es aún mayor entre los trabajadores nocturnos y los que tienen turnos cambiantes: casi la mitad, un 44%, duerme menos de lo aceptable. La mayoría, además, cambia su ciclo de sueño entre los días laborables y los fines de semana y días de fiesta, creando lo que se conoce como ‘jet lag social’, que altera aún más los ritmos circadianos. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU, una de las autoridades sanitarias más poderosas del mundo, no ha dudado en calificar la deficiencia de sueño como una “epidemia de salud pública”.

Entre los niños el problema es si cabe mayor, dada su especial debilidad frente a la falta de descanso. En todo el mundo, los niños están durmiendo de media 1 hora y 20 minutos menos que hace un siglo. Curiosamente, la falta de sueño provoca en los pequeños una mayor hiperactividad, que dificulta su concentración. En opinión de Czeisler, la deficiencia de sueño podría estar detrás de muchos de los niños diagnosticados, erróneamente, con el controvertido trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), que en Estados Unidos afecta al 19% de niños de secundaria. 

No sólo es la luz, es el tipo de luz

Actualmente, tal como apunta Czeisler en su artículo, el 19% de todo el consumo eléctrico del mundo se emplea en la producción de luz, pero esta es cada vez más barata. A medida que estamos sustituyendo las bombillas tradicionales por los diodos emisores de luz, los famosos LED, cada vez más frecuentes en todo tipo de dispositivos –lámparas, ordenadores, televisiones, tabletas…–, aumenta la cantidad e intensidad de la luz eléctrica en nuestras vidas y con ella los problemas del sueño.

Lo que pocos saben es que la luz que desprenden los LED, más fría, perturba aún más los ritmos circadianos que la que desprenden las bombillas convencionales, más cálida. Czeisler cree que haríamos bien en cambiar el color de nuestra luz eléctrica, y optar por colores más calidos, algo que no tiene que ver con la tecnología LED, sino con el color de la luz que desprenden estos dispositivos. “Los efectos adversos de la exposición a la luz durante la noche se podrían reducir mediante la sustitución de la luz blanco-azulada por una luz roja o naranja, después del atardecer”, asegura el profesor.

Via elconfidencial.com

La importancia del descanso

jueves, 23 de mayo de 2013
Como dice el dicho, "cuerpo descansado, vale por dos".

Y es que, ciertamente, cuando uno ha descansado adecuadamente, se siente otra persona, tiene fuerzas, y remango para realizar cualquier tarea que se le encomiende.

La comida nos sienta mejor, disfrutamos de las cosas y lo que es más importante, cometemos menos errores al realizar las tareas. ¡Ay pero si no hemos descansado como Dios manda...!

A todos les ladramos, y parece que los demás están en esta tierra para fastidiarnos, sin contar que nuestra atención disminuye al mínimo.

Os cuento esto porque seguro que más de una sois conductoras, y os habréis fijado las animaladas que se hacen en estas épocas de verano. La gente por llegar a su destino se hace jornadas maratonianas al volante y no realiza los descansos adecuados.

De hecho, la somnolencia durante la conducción es la causa de más del 20% de los accidentes con víctimas mortales en carretera. Para intentar solucionar esto, además de que por encima de todo hay que descansar, no son pocas las empresas que buscan soluciones tecnológicas para evitar que los conductores se duerman al volante.

Una de estas es por ejemplo la medida del PERCLOS, que es el porcentaje de cierre de ojos que actualmente  se usa en muchos detectores de somnolencia y que tiene una precisión superior al 95%. Para terminar y sin ánimo de ser pesado, si tienes sensación de sueño, por muy cerca que estés de tu destino, es mejor parar y descansar, que seguro que los que te esperan te pueden esperar un poco más.


Via salud.doctissimo.es

10 maneras de dormir más

martes, 21 de mayo de 2013
La falta de sueño puede dejarlo cansado, y esto puede deteriorar su productividad en el trabajo o en casa. Echa un vistazo a los siguientes consejos si quieres dormir más.

Muchas mujeres esperan a sus hijos a conciliar el sueño con el fin de comenzar a tener su tiempo de ocio. Algunas mujeres permanecen de pie para leer, para navegar por la internet o chatear con sus amigos hasta tarde. Todo esto puede sonar divertido, pero puede dar lugar a malos resultados. Si usted hace todo esto, y se queda despierta hasta tarde, entonces probablemente no será capaz de levantarse temprano en la mañana. Por otra parte, se puede sentir cansado e inquieto todo el día.


1. Decida un horario específico

Este es el paso más importante para ti. Debe establecer un horario específico por sí mismo. Muchas mujeres no tienen ni idea del tiempo que va a ir a la cama. Por lo tanto, decidir un momento determinado, y asegúrese de ir a la cama a la misma hora todos los días. Es importante ser realista. Si usted se despierta cada mañana a las 7 am, entonces usted no debe quedarse despierto hasta la 1 am.

2. Prepárate para dormir antes de la hora de acostarse

Comience preparando para dormir por lo menos media hora antes de la hora de acostarse. Lávese la cara, saca los lentes de contacto, aplique una crema hidratante para la cara, cepillarse los dientes y luego apagar las luces. Esto le ayuda a tener ganas de dormir. Asegúrese de mantener las luces se apagan mientras se preparaba para la hora de dormir.

3. Haga  oscura la habitación

Cierre las persianas y hacer que su cuarto oscuro antes de dormir. Puedes dejar una luz diminuta en pie antes de ir a dormir. Si se siente cómodo con una habitación completamente oscura, entonces adelante y bloquee la luz procedente de la computadora, el reloj y el teléfono también.

4. Mueve ese cuerpo

Una investigación demostró que las mujeres que se extienden por lo menos cuatro veces a la semana tienen menos problemas en conseguir un buen sueño y oportuna. Deberá llevar el estiramiento a un nivel superior y hacer ejercicio por lo menos cinco días a la semana. Ir a un parque para hacer footing o ir a un gimnasio. También puede probar las clases de yoga o danza.

5. Mantenga su habitación caliente durante los días fríos y frescos en verano

El clima realmente puede afectar su sueño. Así pues, haga su acogedora habitación con la ayuda de un calentador en días fríos y hacer que se enfríe en los días calurosos.

6. Deja tus quehaceres en la mesita

Si a menudo se piensa en las tareas antes de dormir, entonces esto podría ser una de las muchas razones de que usted está en vela. Saque un poco de tiempo y anotar todas sus tareas en un pedazo de papel. Planificar el día siguiente y cubrir todas las tareas en el mismo. Esto le hará sentirse más relajado.

7. Haz tu dormitorio más ordenado

En realidad, no será capaz de dormir bien o en el tiempo si tienes una habitación desordenada. Si usted tiene una mesa auxiliar, entonces poner en orden. Asegúrese de mantener todas las cosas dentro de los cajones de esta tabla. Mantenga su habitación limpia y ordenada para un buen descanso.

8. Evite tomar té o café con o después de la cena

El té tiene la nicotina y el café tiene cafeína. Estas cosas te mantiene despierto hasta tarde. Conocido por hacer que la gente más alerta, el té y el café son perfectos para esos días cuando usted tiene un montón de tareas que hacer y ya se siente cansado. Por lo tanto, deje el té y el café por la mañana o por la tarde y no se lo tiene por la noche.

9. Manténgase alejado de un trabajo que requiera agudeza

No comprobar sus e-mails en la noche. Evitar todas las tareas de este tipo que necesita que usted esté alerta. Una vez que usted ha tenido la cena, sólo tiene que utilizar su tiempo para meter a los niños en o para ver la televisión con su cónyuge. Si usted hace cualquiera de estas tareas que puede hacer que tardan una eternidad en ir a dormir.

10. Establecer una alarma de despertador

Utilice una alarma de despertador y se dirá en la mañana, "Tengo que despertar ahora."

Via infodescanso.com

Un baño o ducha con agua caliente ayuda a dormir bien

Al llegar a casa, después de un largo día en el trabajo, todos soñamos con poder sumergirnos en una enorme bañera de hidromasaje llena de aceites esenciales, que nos ayuden a relajarnos del mundanal ruido, consiguiendo que podamos aparcar – aunque sólo sean durante veinte minutos -, todas nuestras preocupaciones.

Porque, el cuarto de baño ha dejado de ser una estancia de aseo personal para convertirse en un oasis de relajación, en un lugar donde poder disfrutar de todos nuestros sentidos, y cuidar de nuestro cuerpo y de nuestra mente.

Las sales y los aceites esenciales resultan vitales a la hora de actuar sobre nuestro estado de ánimo. Por un lado, sus moléculas penetran en nuestra piel para que esta pueda aprovechar todas sus propiedades antibacterianas, destoxificantes, relajantes, y energizantes; pero sus composiciones olfativas también actúan sobre nuestro bienestar, favoreciendo el descanso nocturno.


No siempre tenemos tiempo

De regreso al hogar, lo más probable es que tengamos que ocuparnos de nuestros hijos, de sus deberes, de sus baños, de preparar la cena y de acostarlos. Para cuando queramos darnos cuenta, estaremos tan cansados que lo único que desearemos será poder meternos en la cama para descansar.

En ocasiones, estamos tan agotados, física y mentalmente, que nos cuesta conciliar el sueño. Cuando esto ocurra, lo mejor es no forzar la situación. Levantarnos y dejar correr el agua en la bañera porque, ¿hay algo mejor en el mundo que regalarse a uno mismo auténticos instantes de placer?

El momento del baño debería de ser sagrado. Liberarse de las tensiones del día resulta clave para poder descansar. Para lograrlo, lo mejor es bañarse con agua tibia, a unos 28°C. Y, como os decíamos al principio, no permanececer en el agua más de veinte minutos.

El agua caliente logra una maravillosa relajación muscular, que puede ayudar también a aliviar algunas contracturas. Las sales de baño ayudan a que, en poco minutos, los músculos recuperen su flexibilidad. Hay quien dice que si, además, se añaden unas gotas de vinagre, el efecto se nota aún más.

Esa fusión de mente y cuerpo a través de las sensaciones proporcionadas por una música ambiental suave y agradable, las velas y los aromas de esencias serán capaces de propiciar una gran relajación física y mental. Bañarse por la noche, antes de meterse en la cama, facilita una auténtica sensación de bienestar y un descanso reparador.

Una buena ducha proporciona placer y bienestar de forma inmediata, pues no sólo nos limpia el cuerpo sino que también elimina todo lo que hemos ido acumulando a lo largo del día (tensiones, disgustos, contaminación medioambiental), lo que beneficia a la salud emocional.

El agua tibia es la mejor aliada contra el dolor de piernas y la fatiga mental. Si practicas el yoga para relajarte y dormir mejor, lo ideal es que antes te des una buena ducha para que tu estado mental esté más sereno y receptivo. Numerosos estudios han demostrado que el agua a presión sobre la cabeza activa una zona del cerebro que produce la noradrenalina, una sustancia que nos ayuda a combatir la depresión.

Si no eres demasiado friolero, una ducha tirando a fría (24°C) te permitirá reactivar la circulación, y tonificar la piel y los músculos. Al excitarse, la corriente sanguínea vigoriza los vasos sanguíneos y fortalece la capa superior del cuero cabelludo, previniendo la calvicie. Un chorro de agua fría en los pies también consigue que las venas se contraigan acelerando el metabolismo, lo que ayuda a eliminar toxinas y grasas.

Para meterse en la cama, lo mejor es abrir la ducha y dejar que corra el agua, a unos 29°C, para que el ambiente del cuarto de baño se vaya llenando de vapor. De esta forma, nuestros músculos se irán relajando y la tensión irá despareciendo poco a poco.

Ducha caliente vs ducha fría

Sobre este punto es muy difícil ponerse de acuerdo. En estos casos, la experiencia es un grado. Ducharse siempre es aconsejable, tanto a primera hora de la mañana como por la noche, pero los efectos que produce sobre el organismo son diferentes. Algunos aseguran que la ducha caliente suele provocar una reacción inversa, con una bajada de temperatura que favorece un sueño reparador. Otros, en cambio, aseguran tomar duchas calientes para luchar contra el sueño. ¡Para gustos los colores!

Lo que está más que demostrado es que todo el mundo se siente mejor después de una buena limpieza. No hay nada más placentero en este mundo que meterse recién duchado o bañado en una cama de sábanas limpias y perfumadas. Si, además estas son de lino, ¡entonces sí que podemos predecir un feliz descanso!

Via vitonica.com

¿Dificultad para dormir? Algunos tips

lunes, 20 de mayo de 2013
Obtener un descanso reparador es muy importante, pues es lo que te asegurará la energía necesaria para afrontar los retos del día y mantener tu productividad, además de ayudarte a regenerar las células del organismo. Si respondes afirmativamente a la pregunta ¿dificultad para dormir? con algunos tips podrás superarlo.

La solución a la mayoría de las causas del insomnio puede encontrarse en la rutina que llevamos a diario, con algunos pequeños cambios podrás obtener las horas de sueño reparador que tanto necesitas.

¿Dificultad para dormir? Algunos tips:

    Mantén un horario regular: acoplarte al ritmo natural de tu organismo es importante para conseguir dormir bien, prueba acostarte y levantarte todos los días a la misma hora.

    Arregla tu habitación: tu habitación debe ser un lugar de descanso, la calidad del entorno te asegurará que tus horas de sueño sean provechosas. Evita tener ruido en la habitación (televisión, radio, etc.), si es inevitable el ruido de la calle, procura tener en tu habitación música relajante a muy bajo volumen. Mantén el cuarto completamente oscuro, cualquier luz pude perturbar el sueño; además, procura mantenerlo a una temperatura agradable, el calor y/o frío extremos influyen en el descanso. Debes asegurarte que tanto tu colchón como tu ropa de cama sean cómodos.

    Uso de la cama: resérvala solamente para dormir y tener sexo, si la asocias a otros eventos como trabajo o sitio de reunión, a tu cuerpo se le hará más difícil relajarse para lograr el sueño.

Entre otros hábitos que debes cambiar tenemos:

    Come saludablemente.
    Ejercítate con regularidad.
    Disminuye el consumo de alcohol, café y cigarrillos.
    Aprende técnicas de relajación.

Sigue estos consejos y lograrás conseguir un descanso reparado. Sin embargo, si a pesar de los cambios no consigues conciliar el sueño, lo más recomendable es que consultes tu caso con un médico.

Via vivirsalud.com

Consejos para dormir bien en el embarazo

jueves, 16 de mayo de 2013
Durante el embarazo, dormir puede resultar un poco más difícil, debido a las hormonas y a la pesadez de la barriga. Te ofrecemos algunos consejos que te ayudarán a conciliar el sueño y a descansar mejor.

El embarazo es un período de grandes cambios, que afectan al cuerpo y a la mente de la futura mamá. Todas las funciones vitales se transforman y, entre éstas, también el sueño. Los problemas para dormir se notan, sobre todo, en el tercer trimestre de gestación: la barriga es cada vez más pesada, a la mamá le cuesta más respirar y sus digestiones son más lentas, lo que provoca que se despierte con frecuencia durante la noche.

Veamos algunos consejos que te ayudarán a dormir bien:

 Vete a dormir y levántate siempre a la misma hora, incluso durante el fin de semana, e independientemente de lo que hayas dormido. Te ayudará a mantener constante el ritmo sueño-vigilia.

 No te preocupes si no consigues conciliar el sueño; entrarás en un círculo vicioso que impedirá que te relajes, lo que empeorará la situación.

 Si no puedes dormir, es mejor que te levantes, salgas de la habitación y practiques una actividad tranquila, como leer un libro, mirar la televisión o hacer algún ejercicio de relajación aprendido durante el curso de preparación al parto.

 Intenta desarrollar una actividad física moderada durante el día, mejor a últimas horas de la tarde. Las endorfinas producidas por el ejercicio físico favorecen la relajación y, por lo tanto, el sueño.

 Come siguiendo unos horarios regulares, al menos, dos horas antes de acostarte, y evita cenar de forma abundante. Da preferencia a alimentos ricos en carbohidratos y calcio, como el pan, la leche y el queso, pues contienen triptófano, un aminoácido esencial que favorece el sueño.

 Para resolver el problema de la acidez y de la respiración más fatigosa, duerme con un cojín debajo de la espalda. De este modo, se aligera la presión interna del útero y se disminuye la compresión sobre el estómago y el diafragma. Para favorecer la respiración, también es bueno colocarse de lado.

Una buena nutrición puede ser la base de un buen sueño

Una vez más, se puede decir que nuestra salud se relaciona íntimamente con los alimentos que consumimos. Según un nuevo estudio, lo que comemos puede afectar nuestra calidad de sueño.

Profesionales de la salud hallaron que ciertos nutrientes pueden desempeñar un papel esencial en la duración del sueño. Y también llegaron a la conclusión de que las personas que comen una gran variedad de alimentos (un indicador de una dieta saludable) tienen patrones de sueño más saludables.

Aunque muchos profesionales han sostenido durante mucho tiempo que existe una relación entre lo que comemos y cómo dormimos, ha habido muy pocos estudios científicos que han explorado esta relación, sobre todo en una situación del mundo real.


En general, se sabe que las personas que reportan dormir entre siete y ocho horas cada noche son más propensas a experimentar una mejor salud general y bienestar, pero los investigadores se cuestionaron si lograr esto se encontraba, de alguna manera, relacionado con la dieta.

Según los resultados del estudio, en general, las personas que reportaron dormir de siete a ocho horas cada noche mostraban diferencias significativas en cuanto a su dieta en comparación con las personas que reportaron dormir menos o más. Los plazos de tiempo de sueño desequilibrados fueron asociados con una variedad de alimentos más pobre.

También se sabe que las personas que duermen demasiado tiempo experimenten consecuencias negativas para la salud.

Si los investigadores pudieran identificar la combinación ideal de nutrientes y calorías para promover un sueño sano, se podría lograr prevenir una gran variedad de complicaciones de salud relacionada con los patrones de sueño sin tener que incurrir a drogas o fármacos potencialmente peligrosos.

Fuente 
blogdefarmacia.com

Qué hacer cuando las preocupaciones no te dejan dormir

martes, 14 de mayo de 2013
La mente se puede volver especialmente obsesiva por la noche. Esta sensación aumenta cuando la persona vive sola y tiene una sensación desagradable en medio de la oscuridad. Las preocupaciones pesan tanto en el interior de la conciencia que incluso, pueden causar problemas de descanso y de sueño. ¿Qué hacer cuando las preocupaciones no te dejan dormir?

Levántate de la cama

Evita estar dando vueltas y vueltas durante toda la noche. Puedes levantarte un rato para desconectar, cambiar de aires y también, tomar un vaso de leche caliente o una infusión.

Escribe lo que sientes

Si hay algo que te roba la paz o que te atormenta, entonces, sácalo fuera de ti. Puedes tener en tu mesilla de noche un diario emocional para escribir esos pensamientos y vivencias que te rompen la paz del alma.

La escritura terapéutica es un método muy relajante que además, tiene un efecto calmante que te permite liberarte de esas cargas que parecen más pesadas todavía en medio del silencio y la oscuridad de la noche.
Escucha la radio

La radio hace mucha compañía por la noche a aquellas personas que viven solas. La radio es una voz amiga que te acompaña allí donde estés. Puedes escuchar música suave de fondo que te ayude a conciliar el sueño. La música tranquila puede ser el marco adecuado para realizar un ejercicio de relajación.

Qué hacer cuando las preocupaciones no te dejan dormir
Corta tus pensamientos

Corta tus pensamientos de una forma consciente y aparca un asunto pendiente hasta el día siguiente. A la mañana siguiente, desde otra perspectiva, lograrás verlo todo con más calma y sin esa angustia que te invade el alma a partir de la madrugada.

Cuando las preocupaciones no te dejen dormir intenta seguir los consejos de la sabiduría popular. Puedes empezar a contar ovejitas, simplemente, para no centrar tu energía en una preocupación.

Via psicoblog.com

Dormimos 1 hora menos que el resto de europeos

viernes, 10 de mayo de 2013
Los españoles duermen de media una hora menos que el resto de ciudadanos europeos, según ha informado este jueves la presidenta del Comité Español de Acreditación Medicina del Sueño (CEAMS), Odile Romero, con motivo de la presentación de un proyecto elaborado por cinco sociedades científicas para impulsar esta especialidad en España...

Aunque una hora de diferencia no es periodo de tiempo muy elevado, los especialistas han recordado que un tercio de la sociedad española padece algún tipo de trastorno del sueño, el cual, además, se ha visto agravado con la crisis dado que muchas personas, especialmente los desempleados, están experimentando estados de estrés y ansiedad que se suelen traducir en insomnios o problemas a la hora de conciliar el sueño.

De hecho, el 10 por ciento de la población padece insomnio crónico; un 31 por ciento ocasional; y un 24 por ciento, roncopatía crónica. Además, se estima que un 19 por ciento de la sociedad presenta habitualmente somnolencia excesiva durante el día y en un 5 por ciento interfiere de manera importante en su calidad de vida.

Ahora bien, según ha advertido la presidenta de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Pilar de Lucas, existe un 60 por ciento de la población que está sin diagnosticar, por lo que los porcentajes de afectación de los trastornos del sueño pueden ser "mucho más elevados".

El principal problema de estos trastornos es, según ha informado Romero, que afectan a la conducta alimentaria, al metabolismo y pueden producir enfermedades cardiovasculares, obesidad o diabetes. Asimismo, diversos estudios han relacionado el sueño con, al menos, el 20 por ciento de los accidentes de tráfico, domésticos y con un bajo rendimiento laboral y académico.

"La falta de privación del sueño provoca ansiedad, agresividad, falta de atención, mayor riesgo de sufrir accidentes laborales y otras enfermedades como, por ejemplo, las cardiovasculares", ha señalado la presidenta de CEAMS, quien, además, ha alertado de que también pueden ser la primera manifestación de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson.

Pero no sólo afecta a nivel personal sino que, además, la atención de los trastornos del sueño supone un importante coste económico si no se trabaja con "suficiente" eficiencia y anticipación en su diagnóstico. En este sentido, estudios sobre gasto sanitario realizados en Canadá, muestran una reducción entre el 50 por ciento y el cien por cien del gasto sanitario de los pacientes con síndrome de apneas e hipopneas del sueño (SHAS) tras el tratamiento, respecto a los años previos al diagnóstico.

"Es necesario cuidar y prevenir la aparición de estas enfermedades porque su tratamiento es muy costoso", ha asegurado la presidenta de Separ. Por este motivo, los expertos han destacado la necesidad de educar a la sociedad, desde las edades más tempranas, en una buena higiene del sueño que pasa por dormir más de siete horas diarias, regularizar los horarios de sueño, no practicar ejercicio ni tomar sustancias estimulantes antes de irse a dormir y, mantener la habitación confortable y sin ruidos.

I CURSO Y EXAMEN DE CAPACITACIÓN DE MEDICINA DEL SUEÑO

Como consecuencia de todo ello, la Sociedad Española del Sueño (SES), SEPAR, la Sociedad Española de Neurología (SEN), la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) y la Asociación Española de Pediatría (AEP) crearon en el año 2005 el CEAMS con el objetivo de impulsar la Medicina del Sueño en España.

Fruto de este acuerdo es la creación del “I Curso y Examen de Capacitación en Medicina del Sueño”, patrocinado por Philips Respironics, que reunirá a los primeros 40 médicos que optarán a la acreditación como expertos en esta materia. Se prevé que en el próximo año se acrediten más de 300 médicos y otros tantos profesionales técnicos y psicológicos.

Las principales metas que se esperan alcanzar con este curso son garantizar la calidad y nivel integral de conocimiento en Medicina del Sueño, siguiendo estándares de las recomendaciones internacionales; garantizar el nivel asistencial de calidad para los pacientes; favorecer la homologación de conocimientos con el existente a nivel europeo; promover el modelo de trabajo basado en la interdisciplinaridad en un área; y contribuir a un sistema sostenible económicamente y basado en la evidencia científica.

Además, presente consolidar un mapa de prestación de servicios en sueño con unidades y profesionales acreditados; obtener, en un futuro, el reconocimiento oficial por las autoridades españolas en base a la ley de ordenación de las profesiones sanitarias; abrir el modelo de acreditación a otros países de habla hispana; y obtener la homologación a nivel europeo.

"Con este proyecto en España estamos siguiendo la línea que ya han comenzado otros países industrializados como, por ejemplo, Estados Unidos, Alemania o Francia donde ya existe esta subespecialidad en la Medicina del Sueño", ha informado el presidente de la SES, Diego García Baquero.

Por último, el presidente de la SEP, Miguel Gutiérrez, ha destacado el acuerdo alcanzado por las cinco sociedades científicas dado que va a beneficiar a los pacientes y a los profesionales sanitarios que los atienden porque, ha recordado, los trastornos del sueño requieren un abordaje multidisciplinar ya que están relacionados con la Pediatría, la Psiquiatría, la Neumología o la Neurología.

Via sabervivir.es

Cómo tener un buen descanso, sin pastillas

martes, 7 de mayo de 2013


Para conseguir cargar pilas y funcionar correctamente a diario es necesario que el cuerpo tenga un buen descanso. Si no es así esto puede afectar en el humor y el rendimiento diario. Dormir bien es necesario y no consiste solamente en estar en la cama unas horas, sino en, por lo menos, quedarse dormido en la misma posición durante ocho horas. Nuestra calidad de vida depende de ello y la solución no son las pastillas, hay otros métodos para conseguir un buen descanso.

Uno de los consejos que te puede sorprender pero que es efectivo es cambiar la posición y la orientación de tu cama en el cuarto si no consigues dormir bien. Quizás si duermes hacia el norte o hacia el sur mejorará tu descanso. Por supuesto también influye la calidad del colchón y la comodidad de las almohadas, pero eso tendrás que encargarte de buscar las que más se adapten a ti.

Si durante la noche no consigues conciliar el sueño una recomendación es salir del cuarto, hacer cualquier otra actividad y volver cuando el sueño regrese porque así se relacionará la cama con el descanso, no con el insomnio.

También es aconsejable si te cuesta dormir hacer ejercicio durante el día o después de trabajar. Verás como con una ducha caliente y un vaso de leche el cuerpo mismo te pide descansar. Además, el ejercicio ayuda a liberar estrés y adrenalina y a relajarte.

Por otro lado, es recomendable seguir unas rutinas para el correcto descanso. Al igual que nuestro cuerpo funciona como un reloj y tenemos hambre a la hora que solemos comer, con el sueño ocurre lo mismo. Por eso es importante intentar ir a dormir siempre a la misma hora, si puede ser también los fines de semana.

En el descanso también influyen otros factores como el ruido, la temperatura… por eso es importante elegir la habitación más alejada de los ruidos y si no es posible usar tapones para no escuchar nada. En cuanto a la temperatura es aconsejable tener aire acondicionado en el dormitorio para dejarlo en la temperatura ideal antes de acostarnos y cuando vayamos a la cama apagarlo y que el cuarto mantenga la temperatura.

Por otro lado, la cena también es muy importante cuidarla. No es recomendable cenar mucho antes de dormir porque no necesitaremos mucha energía. Intenta cenar por lo menos dos horas antes de acostarte y evita bebidas excitantes o con cafeína como la cola o el café.

Si sigues estos consejos seguro que consigues un buen descanso sin necesidad de tomar pastillas.

Un buen descans

lunes, 6 de mayo de 2013
Durante el sueño disminuyen la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la respiración, pero el que sigue activo es nuestro cerebro. Pero sin embargo, es absolutamente necesario dormir, inclusive desde la vida intrauterina.

Durante el transcurso del sueño aumenta la secreción de la hormona del crecimiento. Según los técnicos para que el sueño aparezca son necesarios dos mecanismos:

    La relajación física. La logramos con la total inmovilidad;
    La relajación psíquica o desconexión mental. En ese momento nuestras neuronas dejan de pasarse información para permitir que el sueño originado en las estructuras profundas del cerebro pueda salir.

Para poder lograrlo es necesario:

    tener horarios regulares para acostarnos y levantarnos;
    no llevar los problemas a la cama;
    tener una dieta balanceada, comer sano;
    cenar liviano;
    hacer hacer un stop luego de la cena para comenzar a prepararnos para dormir, lectura, música suave;
    idealmente dormir 7×7.  es decir lso siete dias de las semana por siete horas cada uno de sueño.
    y la práctica de actividad física ayuda a promover un buen sueño.




Via blogellas.com

Por qué el ejercicio te ayuda a dormir mejor

sábado, 4 de mayo de 2013
Está comprobado que los deportistas dormimos mejor. En este artículo te explicamos por qué para que también puedas disfrutar de los beneficios de un sueño reparador.

Los deportistas, incluso los que entrenamos a última hora de la tarde, dormimos mejor. Como media, invertimos las mismas horas de sueño que el resto de la población, pero nuestro descanso es de mejor calidad. ¿Alguna vez te has planteado por qué? Hay varios motivos:

Estás más cansado físicamente. Así de sencillo. El ser humano ha evolucionado para alternar ciclos de sueño reparador y profundo con ciclos de vigilia en los que debe realizar actividad física. Por mucho que trabajemos sentados (y especialmente si trabajamos mucho), nuestro ciclo no está completo si no incluye una actividad física de cierta intensidad.  Un reciente estudio de la asociación estadounidense de sueño, ha concluido que las actividades que más facilitan el sueño son las físicamente intensas, incluso a última hora de la tarde cuando la persona que las practica está habituada a ese horario. Pero hasta las actividades ligeras suponen frecuentemente una mejoría en la calidad del sueño.


Se reduce el estrés.  El estrés es una reacción fisiológica que nos prepara para la acción ante una situación que percibimos como amenazante. Servía para permanecer alerta y huir, por ejemplo, cuando un depredador andaba  al acecho. Pero en nuestra sociedad las situaciones amenazantes rara vez se resuelven con acción física. Y si te acuestas fisiológicamente preparado para la acción… es difícil que te duermas. El deporte es una de las maneras más eficaces de encauzar esa energía e irte a la cama preparado para dormir.

Se previene la apnea del sueño. La apnea constituye un problema muy grave de salud, que se produce cuando dejamos de respirar por varios segundos durante el sueño (generalmente por una obstrucción de las vías respiratorias de tipo mecánico). Aunque no lleguemos a despertarnos, la calidad de nuestro sueño empeora mucho y puede acarrear problemas cardiacos. La apnea es un problema que a menudo no se detecta cuando es leve y está muy relacionada con la obesidad, y por eso se prescribe ejercicio muy frecuentemente a quienes la padecen. Además, la actividad física contribuye a mejorar nuestra respiración.

Pasas menos tiempo sentado. Estadísticamente, cuantas más horas pasamos sentados (con independencia de lo que hagamos el resto de nuestro tiempo), peor es la calidad de nuestro sueño. Si estás entrenando, no te dedicas a otras formas de ocio que te atan a la silla después del trabajo y reduces el tiempo que pasas sentado.

Via sportlife.es

Cómo podemos dormir y descansar mejor

jueves, 2 de mayo de 2013
Dormir al menos 7 u 8 horas diarias se antoja muy importante para obtener el descanso que realmente nos merecemos. Y es que si incumplimos esto, seguro que al día siguiente no podremos llevar a cabo nuestros compromisos profesionales con total efectividad. Es más, si somos propensos a dormir poco un día sí, y otro también, el cansancio se irá acumulando hasta el punto que nos pueda afectar a nuestra salud tanto física como mental.

Las consecuencias de esto son numerosas. En primer lugar, el dormir poco provoca que produzcamos altos niveles de azúcar en la sangre. ¿Y cuál es la consecuencia de esto? Pues que a largo plazo aumentemos de peso e incluso lleguemos a tener diabetes. Por otro lado, también hay que destacar que la falta de sueño produce un descenso de nuestra temperatura corporal, afectando directamente al metabolismo y a nuestro ritmo cardíaco.

En el aspecto mental, irse a la cama tarde puede provocarnos todo tipo de cuadros de estrés y depresión, sobre todo si tenemos grandes cargas y compromisos a los que atender al día siguiente.

Cinco consejos para conciliar el sueño

¿Y vosotros? ¿Queréis dormir más plácidamente? Pues si es así seguid los siguientes consejos a continuación:

    Poneos una hora fija a la que iros a la cama. De esta forma conseguiréis ser constantes a la hora de descansar y en no alterar las distintas fases del sueño. Poneos una hora (por ejemplo después de tu serie favorita), idos a la cama aunque no tengáis sueño e intentad relajaros. Aunque no os apetezca, seguro que caéis dormidos antes de lo que os imagináis.

    No ingiráis comida demasiada pesada antes de dormir. Y es que si abusamos del “cuchareo” por la noche, la digestión será mucho más difícil de realizar, provocando que nos pueda doler el estómago mientras estemos en la cama. Algo que dificultará mucho que conciliemos el sueño de manera normal.

    Haced ejercicio por la noche. Así conseguiréis quedar exhaustos tanto física como mentalmente gracias a todo el ejercicio al que os habéis sometido. Tras esto, seguro que vuestro cuerpo os pide que pilléis la cama lo antes posible. Ya veréis que dormís como un recién nacido.

    Un baño antes de ir a la cama es una buena forma de conciliar el sueño. Y es que el agua caliente os ayudará a relajar todas vuestras articulaciones y a destensar los músculos, consiguiendo así una gran sensación de bienestar que os ayudará a dormir mejor.

    Ponte música relajante en la cama. Cualquiera vale. De esta forma desconectaréis del mundanal ruido con una melodía pacífica. En el portal de YouTube encontraréis todo tipo de compilaciones con música de este tipo.

Estos son algunos consejos que os ayudarán a conciliar mucho más fácilmente el sueño, con el descanso que esto significa tanto para vuestro cuerpo, como para la mente, ¿A qué esperáis para ponerlos en práctica y llevar así una vida más placida?

Via mejorconsalud.com

5 Razones por las que dormir mejora tu calidad de vida

miércoles, 1 de mayo de 2013
Ya sea que usted está durmiendo tarde debido a demasiado trabajo, o debido a festejar demasiado, vamos a decirles que dormir temprano es la mejor recompensa y la medicación que le puedes dar a tu cuerpo. Vamos a ver por qué dormir temprano es bueno para nuestra salud.

1. El sueño ayuda a mantener su reloj biológico

Todos los seres humanos tienen un reloj biológico, especialmente las mujeres. Todos nuestros procesos corporales suceder en un momento determinado porque el cerebro funciona con un reloj biológico que controla el funcionamiento de nuestros cuerpos. Al dormir temprano y durante muchas horas, usted estará ayudando al reloj del cuerpo para funcionar correctamente.

2. El sueño ayuda a recuperarte

Nuestro cuerpo sanar y recuperarse de la locura y el cansancio de la jornada por la noche. Pensamos que lo mejor es dar tiempo óptimo para nuestro cuerpo para recuperarse, ¿no te parece? Esto sólo es posible cuando sigues una rutina regular y dormir temprano.

3. La falta de sueño afecta la pérdida de peso

¿Sorprendido? No se, ya que estudios recientes han demostrado que dormir demasiado o muy poco puede afectar sus metas de pérdida de peso. Irse a la cama temprano y levantarse temprano es ideal para apoyar sus objetivos de pérdida de peso. De acuerdo con expertos en sueño, las personas que tienen patrones de sueño irregulares eran menos propensos a perder peso. Duerme bien y alcanzar sus objetivos de pérdida de peso con facilidad. ¿Necesitamos decir más?

4. El sueño reduce el estrés

¿Siempre se siente estresado? ¿Cansado? Eso es porque no has estado durmiendo bien, señorita. Alce su salud por una sensación de frescura y activo cuando se despierta, sólo por dormir temprano y darle a su cuerpo el descanso que se merece.

5. Dormir promueve la salud mental

Todos sabemos la importancia de estar mentalmente feliz y en forma, ¿no? Ninguna cantidad de ejercicio puede hacer que te sientas más feliz y más saludable si usted está mentalmente enfermo. Dormir es esencial para evitar problemas de depresión, falta de concentración, pérdida de memoria y cambios de estado de ánimo desagradables. Estar en su camino a la aptitud física y mental por dormir temprano.

No ignore intento del cuerpo para recuperar y rejuvenecer. Le sugerimos que dormir temprano y siguen patrones regulares de sueño para aumentar sus niveles de salud para mantenerse feliz y activa.

Via infodescanso.com